El jefe comunal de Pringles Lisandro Matzkin (Juntos por el Cambio) habló con Diario Con Vos y analizó las primeras medidas en los seis meses que lleva Javier Milei al frente de un gobierno nacional que tiene como bandera la austeridad fiscal. En ese marco, el entrevistado se refirió al programa económico mileísta y sus efectos, entre los que se incluye la parálisis de obra pública en algunas regiones, la suba generalizada de precios (y en particular de insumos) y la retención de fondos coparticipables de las provincias e intendencias por parte de la Nación.
“Hay cosas que son importantes para la vida cotidiana de una comunidad, como sus prácticas culturales, sus prácticas deportivas, que son muy importantes para la vida diaria y que hacen al ser humano en su integridad, pero cuando tenés urgencias, pasan a dejar de estar en el orden de prioridades. Esas cosas hoy están prácticamente todas restringidas y es una pena”, reflexionó Matzkin.
¿Qué análisis haces de estos cinco meses de gobierno de Javier Milei?
Tiene muchos claroscuros. Honestamente, veo que se fijó una meta clara que es bajar la inflación y comparto la meta. Creo que generar una recesión del nivel que se ha generado, termina siendo un boomerang que golpea a vastos sectores de la economía y de la población. Esto tiene que ver con mi manera de ser y de manejarme en política, yo soy un tipo dialoguista que se lleva bien con todos los sectores. Siempre he estado concentrado en la política de mi distrito, pero en las relaciones que he establecido con los distintos niveles de gobierno, siempre he sido una persona de la política. Siempre he sido una persona de diálogo y prefiero esa metodología y no la de la confrontación. Ahora y cuando sucedía en otros gobiernos anteriores.
Respecto a la Ley Bases y el paquete fiscal, ¿qué aspectos te generan más incertidumbre?
Yo con la coparticipación pago todos los gastos de salud de mi distrito. El único efector de salud que tiene mi distrito es el hospital municipal. Un hospital que tiene 280 empleados, que atiende todas las especialidades y para poder sostener eso, donde atendemos absolutamente a todo el mundo, y en los niveles de alta calidad que lo estamos haciendo, se necesitan recursos. Todo lo que tenga que ver con la posibilidad de afectar eso, me preocupa. Después, todos los detalles que tienen que ver con la ley bases y el paquete fiscal, que hacen a otras facetas, son analizables. A mí me parece que es importante una reforma impositiva, una reforma fiscal, previsional, profunda y consensuada, porque lo que no es consensuado suele ser cortoplacista. Llega otro gobierno y lo vuelve a cambiar. Y esos ciclos nunca terminan siendo favorables en el largo plazo.
¿Cómo desarrollas tu gestión en un contexto económico tan complejo como el actual?
Las principales afectaciones son las del día a día. Los insumos hospitalarios, en cuatro meses, aumentaron un 500%, muy por encima de la inflación. Sin embargo, los ingresos, tanto de coparticipación como los ingresos propios por tasas, están por debajo de la inflación, bastante por debajo. Se genera una brecha entre ingresos y gastos muy marcada, que lo hemos podido llevar bien, yo soy un defensor del equilibrio fiscal y lo hemos llevado bien, tomando previsiones con tiempo, porque uno preveía que esto podía llegar a pasar, y podemos mantener hoy todos los servicios funcionando, pero en algún lado se restringe y siempre es en lo que es importante pero no es urgente. Hay cosas que son importantes para la vida cotidiana de una comunidad, como sus prácticas culturales, sus prácticas deportivas, que son muy importantes para la vida diaria, y que hacen al ser humano en su integridad, pero cuando tenés urgencias, pasan a dejar de estar en el orden de prioridades. Esas cosas hoy están prácticamente todas restringidas y es una pena para la comunidad, y sobre todo en las comunidades como las nuestras, donde el Estado municipal tiene un rol protagónico muy fuerte (...).
¿Cuánto te preocupa la cuestión social en el marco de la situación social y, en particular, en el estado de situación de la Provincia de Buenos Aires?
Mucho, y en todos los aspectos, en la diaria, en la alimentación, en los servicios diarios, el aumento de los aumentos tarifarios, el aumento de la tarifa de energía eléctrica, de gas, todavía no empezó el invierno… En el sur de la provincia el invierno es realmente crudo. Nosotros tenemos temperaturas bajo cero, las familias de menos recursos no tienen cómo calefaccionarse. Esto ya es una cuestión de humanidad. Yo soy un defensor del equilibrio fiscal, pero con la gente adentro.
Mencionas el tema de las tarifas, hubo un aumento bastante fuerte y se anunció, además, una quita total de subsidios, ¿cómo afectará eso en este contexto que describís?
Pega fuerte, muy fuerte. Que no paguemos subsidios, aquellos que podemos pagar la tarifa plena, me parece razonable. Pero hay vastos sectores que no pueden, no es que no quieran. El nivel medio de ingresos de la población no permite que se pueda pagar las tarifas sin los aportes del Estado. Que tendríamos que caminar hacia eso en algún momento, sin lugar a dudas. El tema es el ritmo.

¿Estás de acuerdo con reemplazar la obra pública por privada o es impracticable?
No, yo no veo la manera. Las obras más importantes de mi gestión son las cloacas. Cloacas para una empresa privada que se la quiere vender a los vecinos es inviable desde el punto de vista económico. La administración y la economía son parte de mi formación. Y yo, si soy dueño de una empresa privada que hace extensión de red de servicios de cloacas o de agua y se la quiero vender directamente a los vecinos, los vecinos no me van a poder pagar lo que la obra vale. Entonces tenemos dos caminos: o no tienen cloacas o la hace el Estado como veníamos haciendo hasta ahora. ¿Por qué? Y porque son servicios esenciales. Hacer red de cloacas, red de agua, cordón cuneta, pavimento, todo lo que tenga que ver con los servicios esenciales, si no los hace el Estado, el privado no es que no lo haga porque sea malo, simplemente porque no le es rentable. Está dentro de los cánones, o sea, la empresa privada va a hacer inversiones en donde le genere rentabilidad. Y está bien, es lógico, así funciona la economía y el mercado.
¿Qué pasa cuando se rompan las rutas? Más en distritos como ustedes, que, digamos, se mueven mucho por ruta, ahí va a tener que intervenir el Estado sí o sí.
Las rutas ya están rotas y no se están arreglando. Después, cada uno será responsable de la parte que le toque, si son nacionales o si son provinciales. Pero te pongo un caso de ayer en la ruta 51, que es una de las dos que pasan por mi distrito y está completamente rota, volcó un camión, chocó con un auto, hay una persona internada en grave estado. Estamos hablando de vidas.
¿Cómo es su relación con el gobernador Axel Kicillof, siendo usted intendente del PRO?
Yo pertenezco a un partido vecinal que integró Juntos por el Cambio, que integra, y trabajo en mancomunión con los intendentes del PRO. Me siento cómodo ahí. No pertenezco orgánicamente al PRO, pero sí trabajo con ellos en el mismo espacio y en el mismo grupo. Mi perfil es de diálogo y es de construcción. En estos cuatro años y pico que compartimos, yo soy intendente desde el 2019, igual que Axel Kicillof gobernador de la provincia de Buenos Aires, siempre hemos tenido buen diálogo y hemos tratado de resolver las cuestiones que son importantes para mi distrito, hablándolas. Y hasta ahora nos ha ido bien. Algunas cosas las hemos podido resolver, otras no. Algunas van más rápido, otras más lento, pero eso es parte de la gestión.
¿Qué cosas le faltan a tu gestión? ¿Qué te gustaría hacer? ¿Y qué no podés hacer, dado este contexto?
Pringles venía de 50 años de decadencia. ¿En qué principal indicador lo veíamos? En la baja de la población. Censo tras censo venía cayendo la población. En los últimos ocho años, incrementó la población, la infraestructura ha crecido como nunca antes. Lo que nosotros queremos es no frenar esto. Logramos, después de muchísimo tiempo, insertarnos en una fase de desarrollo. Bueno, lo que pretendemos es que esto no se frene y que podamos seguir creciendo.