El café es una de las infusiones más consumidas en el mundo y, como tal, tiene miles de variantes y combinaciones distintas. Sin embargo, la más inusual es con aceite de oliva: aunque parezca raro, le da un sabor increíble y, encima, es muy beneficioso para la salud. ¿Por qué cada vez más gente combina estos ingredientes?
Un estudio realizado por científicos de la Universidad John Hopkins de Baltimore (Estados Unidos) reveló los beneficios que tiene esta -aparentemente extraña- combinación de café y aceite de oliva. Ambos ingredientes potencian sus propiedades beneficiosas para el organismo al tomarse juntos.
De acuerdo con este estudio, el "oleato" (el nombre con el que se conoce a esta mezcla en el mundo de la gastronomía) mejora la función cerebral, reduce el colesterol "malo" (LDL) y, por consiguiente, fortalece las paredes del corazón. Además, es útil para complementar una dieta, ya que el aceite de oliva aporta las llamadas "grasas buenas" que son fundamentales en una alimentación completa.
Cómo preparar café con aceite de oliva
En lo que respecta al sabor, la mezcla entre café y aceite de oliva da como resultado una bebida de textura aterciopelada sin el amargor o la acidez característica de la infusión original. Para prepararlo de forma correcta, es necesario:
- Preparar una taza o pocillo de café de forma habitual. Para que la combinación quede perfecta se recomienda que sea de buena calidad (es decir, se debe evitar el torrado o el instantáneo).
- Añadir a la taza llena una cucharadita de aceite de oliva. Se debe procurar que sea extra virgen, para que el sabor no invada la taza.
- Mezclar los dos ingredientes de forma enérgica, para lograr que se amalgamen correctamente los sabores.
Una alternativa aún más exótica a este procedimiento consiste en añadir el aceite en la leche, que debe ser hervida o espumada. Esto dará una textura aún más aireada y evitará que el sabor quede excesivamente fuerte.