La jueza federal María Servini de Cubría ordenó la liberación de 11 de las 16 personas detenidas por los incidentes en el Congreso. Cabe destacar que ese grupo se sumó al de otros 17 que ya habían sido liberados y que el fiscal Carlos Stornelli pretende volver a encarcelar.
Servini les dictó la falta de mérito y dejó en evidencia las irregularidades del proceso, en el que no hubo evidencia de los delitos por los que fueron imputados. "Los agentes policiales que materializaron las detenciones a la gente no eran quienes habían detenido a esas personas en primer lugar. Tampoco presenciaron los hechos violentos que se les adjudican", añadió la jueza federal.
"No hay pruebas claras, como videos o fotos, que los comprometieran o certificaran sus supuestas acciones violentas. La justicia de la Ciudad de Buenos Aires me envío 23 personas detenidas, sin que se realizaran las medidas mínimas indispensables para una rápida y adecuada reconstrucción de los hechos", indicó.
La mayoría de las personas detenidas estaban acusadas tirar piedras. Además, en otras acusaciones se mencionaba "saltar un valla, filmar el operativo, actitud beligerante, patear a un policía", entre otros cargos.
Lo importante de esto es que todos estos cargos de los que se los acusa son excarcelables, sumado a que no existe ningún registro fílmico que lo sustente. De hecho, Servini le pidió a los medios de comunicación y a la población en general que le envíen filmaciones de las detenciones para poder comprobarlo.
"A cinco de los detenidos ya liberados, se los acusó de lanzar piedras, palos, proyectiles con ondas con la cara cubierta, pero no se les secuestró ninguno de estos elementos, ni hay registros fílmicos que los muestren en esa actitud", concluyó Servini.
