El diputado nacional por el PRO, Fernando Iglesias, se reunió con la embajadora del Reino Unido en Argentina, Kirsty Hayes, con el objetivo de lograr que el gobierno de Javier Gerardo Milei concrete su objetivo de que el país ingrese a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como “socio global”. Esto se da en un marco de alineamiento internacional donde el presidente solo quiere mostrar un compromiso total con Estados Unidos, sino también importar todos los intereses nacionales.
Desde que Javier Milei habita la Casa Rosada, su política internacional ha sido la de mantener lazos fraternales con Estados Unidos, y hacer todo y más para mantener contento a Washington. De esa forma se explica el rechazo a la enorme posibilidad de ingresar a la alianza económica de los BRICS y la violación a la histórica neutralidad en conflictos internacionales como apoyar a Ucrania en la guerra con Rusia y negando el genocidio de Israel al pueblo palestino en Gaza.
Ahora, el líder de La Libertad Avanza, busca el ingreso de Argentina a la OTAN como “socio global” y para eso mandó al diputado nacional Fernando Iglesias a una reunión con la embajadora del Reino Unido en Buenos Aires. La designación del diputado del PRO para el encuentro no fue casual. Desde el gobierno apoyan su total desarraigo a la cuestión Malvinas. Desde hace más de 10 años, tanto en artículos periodísticos y en apariciones públicas, Iglesias ha menospreciado una de las históricas causas nacionales, además del esfuerzo realizado por los veteranos y caídos en una absurda guerra promovida por la última dictadura militar. Tal es así que firmó un documento presentado como “Malvinas, una visión alternativa” en el que se muestra en contra de los reclamos legales por el territorio que pertenece a la Argentina. Esos eran, los sobrados pergaminos que encontró el presidente para hacerlo el encargado de la misión.
Es tal el desarraigo por los intereses nacionales del gobierno de Milei que, como era de esperarse, el funcionario enviado no mencionó la cuestión Malvinas, y mucho menos cuestionó que en las islas esté por comenzar una exploración de una empresa israelí para explotar 1500 millones barriles de petróleo.
Con respecto al posible ingreso a la OTAN, que nos pondría como en épocas de la dictadura militar, bajo la órbita de Estados Unidos ya que, de ser aceptado, el país deberá cooperar con los miembros de la alianza. Esto significa: compartir inteligencia y participar en operaciones militares. Sin embargo, esto no significa que, de ser a la inversa, es decir de que el país ingrese en algún conflicto, reciba ayuda por parte del organismo.
Mientras esto ocurre, en contrapartida, el mes que viene los BRICS harán una Cumbre con el objetivo de continuar ampliando mercados. De la misma participarán Bolivia y Turquía. Si el presidente Luís Arce logra que el país latinoamericano se sume a la alianza en la que ya está Brasil, podrá comenzar a tener mayor relación con la mayor potencia del continente y empezar a peligrar intereses argentinos en el MERCOSUR. Además, también están estudiando la implementación de su propia criptomoneda, a fin de captar los cambios que lleva el mundo económico.
Sin embargo y lejos de esto, queda claro que Milei prefiere contentar a la Casa Blanca, sin preocuparse por intereses nacionales y en la historia de un país, donde sus habitantes día a día la pasan peor, por la crisis económica que profundiza el gobierno.
