El Gobierno tiene una dura parada ante el Congreso para defender el Presupuesto. Allí se presentarán ante los diputados la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el titular de la Anses Mariano de los Heros, mientras que el ministro de Economía, Luis Caputo se resiste a presentarse a exponer en persona ante los legisladores.
Lo cierto es que a los funcionarios les espera un clima áspero, en especial luego de que se articulara la bancada de dos tercios para confrontar los vetos de Milei a la ley jubilatoria, primero, y a la ley del presupuesto universitario, después.
Lo cierto es que, con el proyecto de Presupuesto, la discusión sobre el presupuesto universitario volverá a ponerse sobre la mesa tras la ratificación del veto. Desde el oficialismo se muestran abiertos a que la oposición presente modificaciónes aunque exigirán que cualquier aumento dentro de la partida se justifique con un recorte en otra. De ante mano, se sugirió ajustar aún más la obra pública.

El jefe de Gabinete Guillermo Francos es, una vez más, queien buscará tender acuerdos con la oposición para sortear condicionamientos. Mientras tanto, si bien Caputo se niega a aparecer en el Congreso, accedió a reunirse a solas con el jefe de la bancada PRO, Cristian Ritondo, para ordenar el bloque y sostener el veto de Milei al financiamiento universitario.
Para este nuevo round, desde el Gobierno calculan que van a necesitar unos 40 diputados más de los 84 que necesitó para validar los vetos. Contando un acompañamiento del PRO y las ausencias de los peronistas de Tucumán y Catamarca, el foco del oficialismo está en pescar apoyos de Encuentro Federal, Innovación Federal y la UCR, bloques todos ellos, que vienen votando contra el Gobierno.
Aún así, la pesca de votos parece difícil. La Cámara Baja no es como el Senado, allí muchos de los diputados no responden directamente a los gobernadores, por lo que el rosqueo será uno por uno.
Es por eso que el oficialismo proyecta que el debate en el recinto será largo. Tal vez, incluso, hasta el cierre del período de sesiones ordinarias y, por el momento, no hay planes de parte del Gobierno de convocar a extraordinarias. Por ahora, la estrategia del oficialismo está en pañales aunque ya amenazan que de no conseguir los votos en el Congreso, volverán a prorrogar el Presupuesto tal como hicieron con el de este año.