Comenzó la temporada de frutillas y todos los fanáticos de esta fruta ya se preguntan cómo realizar las combinaciones más exquisitas.
Una de las formas más utilizadas para comer la frutilla es con crema batida. Sin embargo, esta preparación no es tan frecuente, puesto hay quienes no tienen ni idea de cómo lograr el punto ideal.
En Diario Con Vos te contamos cómo hacer frutillas a la crema para que deleites a tus amigas, pareja o familia en pocos segundos. Además, repasamos la historia de este postre tan particular que realza lo ácido de la frutilla con el toque dulce y la textura agradable de la crema.
Frutillas con crema: ¿Cuál es la mejor receta?
Las frutillas con crema son un postre clásico y refrescante, ideal para disfrutar en cualquier ocasión. Aquí te comparto una receta simple y deliciosa para que puedas prepararlas en casa.
Ingredientes
Para las frutillas:
- 500 g de frutillas frescas
- 2-3 cucharadas de azúcar (opcional)
- Jugo de 1/2 limón
Para la crema:
- 250 ml de crema de leche
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Preparación
- Preparar las frutillas:
- Lavalas bien y retirá los tallos.
- Cortalas por la mitad o en cuartos, según tu preferencia.
- Colocalas en un bol, añadí el azúcar y el jugo de limón. Mezclá suavemente y dejá reposar durante unos 15 minutos para que suelten su jugo.
- Hacer la crema:
- En un recipiente, batí la crema de leche con el azúcar y la esencia de vainilla hasta que se formen picos suaves. No batas en exceso para evitar que se convierta en mantequilla.
- Montaje:
- Servilas en copas o platos individuales.
- Agregá una generosa porción de crema sobre la fruta.
- Podés decorar con hojas de menta si lo deseas.
¿Cuál es el origen de esta combinación?
El torneo de tenis de Wimbledon es famoso no solo por sus emocionantes partidos y grandes campeones, sino también por su emblemática combinación de frutillas con crema. Pero, ¿de dónde proviene esta costumbre?
Cada año, se consumen más de 28.000 kilogramos y más de 7.000 litros de crema en el evento, según información de New English Tea. Aunque no hay un origen claro sobre cómo comenzó esta tradición, se pueden identificar algunos factores históricos.
Wimbledon tiene lugar en plena temporada de frutillas británicas, que abarca junio y julio. Esta costumbre se estableció en los inicios del torneo, coincidiendo con la popularidad de las fresas en el Londres del siglo XIX. En esa época, las frutas eran un lujo que solo se disfrutaba durante unas pocas semanas al año, semanas que coinciden con el evento deportivo que atraía a la aristocracia.
En tiempos sin refrigeración, las frutillas frescas eran un símbolo de riqueza y, disfrutarlas en público, un signo de estatus. Con el paso del tiempo, esta práctica se integró a la identidad de Wimbledon.
Más allá de su delicioso sabor, las frutillas también simbolizan la llegada del verano y rinden homenaje al legado del torneo. La tradición de degustar frutillas con crema mientras se disfruta del tenis se ha convertido en un ritual querido tanto por los aficionados al deporte como por los espectadores ocasionales, creando una experiencia única y memorable.
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