El presidente Javier Milei buscó bajar el tono en la polémica con las universidades públicas luego de haber dicho que hoy sólo pueden concurrir los hijos de las familias ricas y que se convirtieron en un obstáculo para la movilidad social ascendente. Esos dichos, dichos en el marco del conflicto por el desfinanciamiento, fueron interpretados como un primer paso para discutir el arancelamiento.
“La universidad va a seguir siendo pública y no arancelada, eso no se toca. Acá no está en discusión la universidad pública y no está en discusión el tema de que es no arancelada, porque gratuita no es. La pagan los que no van. El que va es beneficiario neto, el que no va es un pagador neto. Alguien la está pagando, en este caso la paga mayormente los que no van”, aseguró el mandatario en una entrevista con LN+.
Lo que sí está en discusión -dijo Milei- es la intención del gobierno de auditar los fondos que reciben las universidades públicas: “Todos los que hacen este revuelo… ¿acaso están a favor de que se utilicen las universidades políticamente para robar en beneficio de delincuentes de la política? ¿Ustedes están a favor del robo? Como esto está siendo pagado por todos los argentinos, creo que corresponde que esos fondos tengan que ser auditados”.
“El que no quiere ser auditado es un chorro. ¿Por qué no quieren ser auditados? Porque la política utiliza las universidades para financiarse, para financiar la mugre de la política. Ya que la universidad pública es pagada por todos los argentinos, creo que corresponde que esos fondos sean auditados", expresó Milei.
En este sentido, el Presidente también sugirió que habría que analizar “qué hacen los profesores en las aulas” y se refirió al reclamo salarial: “Los docentes no están bien pagos, es algo histórico. Los tipos que no lo arreglaron me vienen a pedir que arregle algo que pasa hace 40 años y yo estoy dispuesto a arreglarlo, lo que estoy diciendo es que me digan cómo lo hacemos".
En este sentido, al ser consultado sobre su decisión de vetar la ley que actualizaba el salario de los docentes, el Presidente reiteró que el problema que tenía la norma es que no justificaba de dónde se iban a tomar los fondos. Sin embargo, se mostró abierto a que la oposición impulse una nueva ley en donde especifique el origen del financiamiento, el cual aclaró que tiene que ser "explícito" de "a quién le van a sacar la plata, porque el déficit cero no se negocia".
De esta manera, y de cara a la presentación del presupiesto 2025, completó: "Acá está el Presupuesto, díganme cómo lo vamos a arreglar: yo pago los intereses de la deuda, con el resto hagan lo que quieran, pero no voy a subir los impuestos ni tomar deuda nueva”. Y agregó: "No me preocupa si no se aprueba el Presupuesto. Gobernaré con el de 2023. Es un problema del Congreso si no lo quiere aprobar".
Sobre la cuestión deficitaria, Milei se golpeó el pecho por los logros del Gobierno en este sentido, para el cual dijo que el ajuste fue realizado "con mucha consciencia social", y enumeró algunas políticas implementadas por su gestión, como el Plan 1000 días, los vouchers educativos para estudiantes de escuelas privadas. "La tarjeta alimentar y la Asignación Universal por Hijo cubren la canasta básica".
