El empresario y conductor radial Mario Pergolini participó junto a Jorge Macri en la inauguración de Tecweek, en el Parque de la Innovación de Nuñez, donde realizó un balance de los primeros 10 meses del gobierno de Javier Milei, a los que calificó como una “montaña rusa”.
“Es todo tan fuerte, tan confrontativo. A veces [el Gobierno] saca el pie del acelerador. ¿Hay resultados? Sí. Pero de golpe te aparecen con cualquier cosa y te confunden. Es muy difícil evaluarlo en un todo porque es tan desparejo que me es difícil dar precisiones. ¿Estamos mejor? Los números de la macro parecería que sí. ¿Le llegó a la gente? Parece que no. ¿Están en las discusiones serias? A veces me parece que no. ¿Cumplen con los acuerdos? Me parece que no. ¿Van para adelante como caballo loco? ¿Era lo que necesitábamos? A veces parece que sí y muchas veces parece que no”, dijo.
El exdirectivo de Boca le sugirió al gobierno ser “más calmo” para hacer “todo un poco más viable”.
¿Estamos mejor? Los números de la macro parecería que sí. ¿Le llegó a la gente? Parece que no. ¿Están en las discusiones serias? A veces me parece que no. ¿Cumplen con los acuerdos? Me parece que no. ¿Van para adelante como caballo loco? ¿Era lo que necesitábamos? A veces parece que sí y muchas veces parece que no
“Por otro lado la oposición creo que está confundida, no sabe qué hacer. Y estos van. Los que van y arrasan, creo que es un problema a veces. Vamos a ver. Prefiero seguir siendo optimista. Creo que la situación sigue siendo delicada”, sostuvo.
El creador de Vorterix consideró “macabra” la idea de establecer comparaciones entre el pasado y el presente argentino, porque es imposible calificar de mejor o peor períodos tan distintos. “Uno piensa de dónde venimos y también se pregunta cómo nos permitimos llegar hasta ahí. Ahora estamos acá”, simplificó. Para Pergolini, un “acuerdo nacional” podría ayudar a terminar con estas discusiones. “Pero es algo que no veo. Y es lo que más me preocupa”, admitió.
“Nos va a ser difícil encontrar un lugar donde podamos charlar todos. Vamos de un lado para el otro de una forma muy sacada. El que se fue quiere volver y el que está no le quiere dar bola al otro. Y lo peor de todo es que pareciera que cada uno tiene razón. Es medio psicótico. Como no hay márgenes para poder pararse y ver una cosa o la otra, todo parece una discusión. Creo que cuando se acaben los gritos y las discusiones, a lo mejor todo va a ser más interesante”, cerró.