Después de que se le agravara la pena a Eduardo Belliboni, denunciado por "administración fraudulenta", el dirigente del Partido Obrero acusó a la Justicia de no investigar las pruebas y desmintió los delitos.
La Cámara Federal porteña decidió este jueves agravar la pena a Eduardo Belliboni y a otros dirigentes populares y ahora los acusa de "administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública, amenazas coactivas y extorsión". De ser encontrado culpable, el dirigente podría enfrentar 15 años de prisión.
Los dirigentes "exigían el aporte de dinero a gente de escasos recursos sumamente vulnerables" dicen los camaristas. En este sentido, el dirigente explicó: "Nosotros solicitamos aportes voluntarios a los compañeros. Nosotros nos financiamos con el aporte autónomo y lo vamos a seguir sosteniendo".
Belliboni, a su vez, sostiene que la agravación de las penas se hizo "sin un milímetro de investigación más que la que hizo (Sebastián) Casanello y no tiene en cuenta las pruebas presentadas. La Cámara de Apelaciones a la que concurrimos es muy conocida, son los mismos que dejaron en libertad a Dujovne en la causa Peajes".
Dentro de las pruebas, el dirigente enumeró: "No solo presentamos la facturas y los hechos, las 53 obras de comedores y salones de usos múltiples, lo mismo con la maquinaria" que usan para producir textiles, en diálogo con No dejes para mañana de Radio Con Vos.
Del mismo modo, puntualizó que "la Justicia es mala siempre porque es la Justicia del poder, una organización como la nuestra perseguida por cuatro jueces federales mientras el gobierno le corta la comida a comedores populares", planteó.
Belliboni fue procesado por el juez federal Sebastián Casanello por defraudación al Estado por el supuesto desvío de fondos del programa Potenciar Trabajo a empresas fantasma por medio de facturas falsas.