Ya se cumplió un año desde que Javier Milei asumió la Presidencia de la Nación, lo cual implicó una cantidad de cambios, incluso de paradigmas, que la sociedad argentina todavía está digiriendo. El sector agropecuario también lo esta haciendo, y si bien lo acompañó en gran número en las elecciones y apoya la mayoría de las medidas que tienen que ver con la desburocratización de la actividad y la liberalización de la economía, todavía no ve cristalizada la gran promesa de campaña: la baja o eliminación de las retenciones.
Ese es un escollo en la relación entre el sector productivo y el Gobierno nacional, porque, durante su etapa de candidato, Milei prometió en cuantiosas veces la supresión de los derechos de exportación, pero una vez asumido el cargo, eliminarlas se convertiría en el gran obstáculo para alcanzar el tan mentado equilibrio fiscal, leiv motiv de esta administración.
El problema recae en que, hoy día, los números no están cerrando para los productores - y en este caso hago solo mención a los granos, que es el sector en donde todavía se aplica este impuesto -, en gran medida por la caída de los precios internacionales, que ajusta su rentabilidad y pone en jaque a muchos de ellos, sobre todo a los más pequeños.

Sin embargo, desde el Gobierno se han encargado de llevar a cabo algunas medidas que benefician al sector y este lo reconoce, como es la eliminación de cupos de exportación, desburocratización y reducción de trámites, achicamiento de la brecha cambiaria, eliminación de retenciones al complejo lácteo, porcino y a la carne de vaca y reducción de esta alícuota en el resto de los productos vacunos y aviares, por citar algunos.
Pero también hubo procesos de desregulación y recorte en algunos organismos públicos de fuerte impacto en el agro, con efectos nocivos, como las reformas que se realizaron en el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), quitándole su potestad de establecer precios de referencia, dejando así a los productores yerbateros en una situación desesperante por la fuerte caída en el valor que pagan las empresas por su mercadería, o el ajuste el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que puso en alerta a muchos productores, en especial los de menor escala, que ven en esta institución un gran aliado em lo que respecta a desarrollo y salto tecnológico.
Lo cierto es que estos cambios impulsados por Milei tuvieron su impacto en el sector, para bien y para mal, pero sobre todo quedan medidas por tomar, prometidas no solo en campaña, sino durante la semana pasada en La Rural, como la quita de retenciones y la eliminación de la brecha cambiaria, cuestiones que están más que presentes en las entidades, que esperan que sus productores no pierdan la paciencia.
Las opiniones de la Mesa de Enlace
En diálogo con Agro con Vos, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Carlos Castagnani, sostuvo que la asunción de Milei es "un hecho que marcó un quiebre en la política argentina con su promesa de cambios profundos y un mensaje contundente contra la corrupción, el despilfarro estatal y las restricciones a las libertades individuales. Desde CRA hemos seguido de cerca este proceso, analizando las políticas aplicadas y sus efectos en el sector agropecuario, la economía y el interior productivo”.

En este sentido, Castagnani afirmó que desde CRA seguirán “afirmando que las retenciones siguen siendo una de las principales cargas que asfixian al sector agropecuario y frenan su potencial de desarrollo. Hemos manifestado nuestro enérgico rechazo a este impuesto injusto y distorsivo. Si bien valoramos la eliminación de retenciones en sectores como la lechería y algunas medidas relacionadas con la cadena de la carne, consideramos que aún falta avanzar hacia su eliminación total y definitiva para todos los productos agropecuarios”.
“Otra medida que generó preocupación en el sector es la obligatoriedad del chipeo de ganado, impuesta como parte de un esquema de control. Consideramos que esta exigencia implica un costo adicional para los productores, especialmente los pequeños y medianos, y no soluciona los problemas estructurales que enfrenta la cadena cárnica. Desde CRA rechazamos esta imposición y solicitamos soluciones que no perjudiquen al productor”, agregó.
Así, Castagnani recordó que “el gobierno asumió con la promesa de impulsar un país verdaderamente federal, pero las economías regionales siguen enfrentando desafíos históricos como el costo logístico, la falta de infraestructura y el acceso al crédito. El campo no necesita asistencialismo; necesita políticas que generen condiciones para competir y crecer”.
Por su parte, la presidenta de Federación Agraria Argentina (FAA), Andrea Sarnari, destacó a Agro con Vos el reconomciento por parte del Gobierno al sector "que ha hecho tanto durante tanto tiempo".
No obstante, marcó que "a un año de haber asumido el presidente Millei, entendemos que va llegando el tiempo de que el gobierno explicite con más y con mejores medidas para los productores y que atiendan a todas las complejidades que hay en el entramado rural argentino".

"Necesitamos señales claras y que las retenciones empiecen a retirarse y que definitivamente dejen de existir, siendo un impuesto totalmente distorsivo y discrecional de uso por parte del gobierno nacional. Pero además necesitamos que baje toda la presión fiscal que tiene el sector. A esto lo necesita, sobre todo, el productor más chico, ese productor pequeño, mediano, que necesita la rentabilidad para seguir siendo productor primero que nada y segundo para invertir y para ser competitivo en materia agropecuaria", agregó Sarnari.
Pero por otro lado, la titular de FAA puso de relieve la importancia de que el Gobierno entienda la heterogeneidad del sector y la adopción de políticas públicas en este sentido.
"Es necesario que de una vez por todas reconozcamos la diversidad del campo argentino, el esfuerzo que ponemos todos los días los productores y, en ese sentido, todos los pendientes que quedan son claramente en materia de retenciones, la disminución hasta su efectiva eliminación. También hace falta infraestructura, caminos y rutas para sacar la producción y porque es nuestro medio de conectarnos con toda la ruralidad y con nuestra vida cotidiana", dijo.
Además, Sarnari expresó que "es necesario que haya créditos accesibles que fomenten la producción y que estén atados a los ciclos productivos, para las economías regionales que impactan tanto en el desarrollo local de cada uno de nuestros pueblos, que generan mano de obra, que son pujantes e importantes para el desarrollo local. Así que, en definitiva, creo que todavía como Argentina tenemos una gran deuda y es la obligación de pensar en políticas a mediano y a largo plazo que traten a la política agraria de una manera integral".
La posición de la Mesa Agroalimentaria
Por su parte, la Mesa Agroalimentaria, integrada por agrupaciones como la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe), el Movimiento Nacional Campesino Indígena Somos Tierra (MNCI ST) y Bases Federadas, entre otras, ven que la política implementada por Milei tuvo un fuerte impacto negativo en el sector.
"Claramente el Presidente dijo que era un 'topo dentro del estado' que lo iba a destruir y ahí vemos que evidentemente nos ha afectado a los agricultores familiares, a los pequeños productores y a los organismos que tienen relación con nosotros", dijo a Agro con Vos, Juan Manuel Rossi, presidente de Fecofe y referente de la Mesa Agroalimentaria.

En esta línea, puntualizó que "se desreguló el INYM y afectó a la yerba mate y a todos los productores, un sistema que funcionaba bien. Al Instituto de la Agricultura Familiar se lo cerró, se está atacando al INTA y se quieren vender sus campos. Se avanza sobre la privatización del Banco Nación y también la Dirección de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales (Diprose) donde se consigue financiamiento internacional para obras en el sector rural".
"A nosotros nos parece que esta política lleva a la concentración de todo tipo, en economía, en la tierra, en la población, y que claramente hay un sector que es bien perjudicado. En el mismo sentido, la Mesa Agroalimentaria está en un debate interno, en un análisis de la situación, en poder pensar y entender lo que está pasando en este momento, y pensando en un próximo año donde tenemos que poner al manifiesto que no hay un solo campo, que el campo que alimenta tiene estas dificultades y que necesitamos políticas públicas activas en favor de los pequeños y medianos productores, de la agricultura familiar, de las cooperativas", sostuvo Rossi.
Por último, el referente pidió "fortalecer de cara al próximo año a nuestras organizaciones, sumar actores, sumar productores, generar más poder y tener una charla franca y sincera de cara a la sociedad, para poner este debate del campo que queremos con la sociedad. Hay que poder pensar una nueva política agraria en la Argentina".