La Cámara Federal de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital le aceptó el pedido de licencia al juez Ariel Lijo para que pueda asumir en la Corte Suprema de Justicia, sin tener que renunciar a su juzgado federal.
Cabe destacar que la designación de Lijo, realizada por decreto, es en comisión, por lo que dura hasta el fin de las sesiones legislativas, según establece la Constitución Nacional. Después, Lijo deberá dejar la Corte, salvo que el Senado le hubiera dado antes su aval para quedar como juez definitivo.
Los camaristas le otorgaron la licencia en una reunión que había sido convocada para las 11 de hoy por el por el presidente del tribunal, Mariano Llorens. El magistrado citó a sus pares –Eduardo Farah, Roberto Boico, Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Martín Irurzun- cuando Lijo todavía no había presentado aún su pedido formal, pero se los había adelantado por teléfono.
En el tribunal coincidían en que al juez le correspondía la licencia, pero discutían si podían dársela los propios camaristas, como pretendía Lijo y como finalmente ocurrió, o si ellos debían elevar el pedido a la Corte, dado que se trata de una licencia extraordinaria, que solo ella puede conceder.
El Gobierno defendió el decreto de Lijo y García-Mansilla
Esta mañana, el vocero presidencial, Manuel Adorni, reafirmó la decisión del Poder Ejecutivo de designar a los jueces Ariel Lijo y Manuel García Mansilla por decreto, y cuestionó la reacción de la oposición a los que acusó de “confundir a la gente”: “Se habían cumplido todos los pasos del proceso, la dilatación en la resolución no tenía ningún tipo de sentido".
“No hay mucho más para aclarar después de un año en el que el Senado, teniendo pliegos de dos personas que cumplían con los requisitos técnicos y de idoneidad, no ha logrado avanzar”, dijo Adorni. En la misma línea, subrayó que la firma de un decreto "está dentro de las atribuciones constitucionales del Presidente”.
En este sentido, el vocero afirmó que “este mecanismo, de nombrar jueces en comisión, ha sido utilizado por todo el espectro político que van desde Perón, Alfonsín, Menem o Macri, y que ha sido convalidado el mecanismo por la propia Corte". “El kirchnerismo y la izquierda cuando no están en el poder califican que todo es una dictadura y es antidemocrático, pero es una práctica habitual, pasó con todos los gobiernos donde ellos no eran parte”, concluyó.