El presidente Javier Milei viajó esta mañana temprano a la ciudad de Bahía Blanca, con el objetivo de monitorear en el lugar la asistencia a las víctimas de la tragedia climática, que dejó un saldo provisorio de 16 muertos, más de un centenar de desaparecidos y daños materiales incontables.
El viaje se hizo en estricta reserva para "evitar una politización" y no dar lugar a reacciones de repudio como la que debieron enfrentar los ministros Patricia Bullrich y Luis Petri el fin de semana.
El presidente salió pasadas las 6.30 del Aeroparque Jorge Newbery, junto a la secretaria General de la Presidente, Karina Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la ministra Patricia Bullrich, que había vuelto a capital. Llegó pasadas las 8, donde se encontró con Luis Petri, y se trasladó al centro de monitoreo donde se reunió con el intendente Federico Susbielles y los responsables del operativo.
Desde Casa Rosada dejaron trascender que no habrá una foto política y que en la comitiva no hay fotógrafo. Pese a todos los esfuerzos, sin embargo, un grupo de vecinos se acercó a la comitiva y los increpó a los gritos, según quedó registrado en la transmisión televisiva. "Caretas, vienen a buscar la fotito en vez de reunirse con los vecinos", gritaba un exaltado bahiense desde el otro lado del arroyo, a unos 25 metros del presidente, que volverá este mediodía a la ciudad de Buenos Aires.
El viaje del presidente se produjo un día después de que Cristina Kirchner lo reprendiera públicamente por no estar en la ciudad bonaerense durante los primeros días. “Pensé… ‘Seguro que este viaja a Bahía Blanca, porque lo que pasó es apocalíptico’. Y no… NADA. ¡MADRE DE DIOS! ¡QUÉ DESCONEXIÓN EMOCIONAL TENÉS CON LOS QUE SUFREN!”, dijo la titular del PJ en un extenso posteo que publicó en X