A la violencia de las calles, entre policías y manifestantes, se sumó ayer un vergonzoso episodio que revela la fragilidad institucional que atraviesa el país: el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, decidió levantar arbitrariamente la sesión parlamentaria cuando, por primera vez en mucho tiempo, la oposición se aprestaba a avanzar en contra de la agenda oficial.
Tras una maratónica jornada, en la que se debatió la cripto estafa de Javier Milei; la emergencia de Bahía Blanca y la baja en la edad de imputabilidad penal, la diputada Victoria Tolosa Paz presentó una moción para someter a deliberación las "facultades extraordinarias" que la Ley Bases le delegó al presidente por un año.
En ese momento un grupo de legisladores libertarios comenzó a increpar a sus colegas Marcela Pagano, Rocío Bonacci y Óscar Zago por “darle quórum” a la oposición para avanzar en contra de las facultades delegadas presidenciales. “Cómo le van a dar quórum, ustedes entraron (al Congreso) por Javier”, les gritaron. El diputado Lisandro Almirón, incluso, increpó a Zago a los empujones y estuvieron a punto de irse a las trompadas.

Menem, entonces, aprovechó este instante de incidentes, en los que los increpados se levantaron de sus bancas para determinar que no había quórum y levantar la sesión.
Su decisión, sin embargo, causó la indignación de toda la oposición que se acercó a la testera para exigir explicaciones.
"Vos no podes ser presidente de la Cámara", le dijo Kirchner a Menem por no poder garantizar el funcionamiento del cuerpo ante la violencia y las amenazas del oficialismo contra sus propios colegas de bloque y los aliados del MID.
"Tenés que poner orden, es tu bloque, son diputados de tu bloque, corresponde que continuemos", le dijo el diputado de UP al titular de la Cámara, quien respondió: "Yo no puedo hacer nada". "Entonces no podés ser presidente", contestó Kirchner.
El presidente de la Cámara de Diputados, acorralado entonces, se dio media vuelta y abandonó la sala.