El caso del cuerpo decapitado hallado en Ciudadela sumó un giro inesperado, cuando la Policía de la Ciudad detuvo a un sospechoso clave por un motivo insólito: el robo de medias en Liniers. Todo comenzó cuando efectivos de la Comisaría Vecinal 9B fueron alertados por un comercio violentado en José León Suárez y Ramón Falcón, a metros de la General Paz.
Tras montar un operativo cerrojo, lograron capturar a los dos ladrones: uno en el cruce de Cuzco y las vías del tren, y el otro en Ramón Falcón y General Paz. Entre sus pertenencias, los detenidos, que eran un hombre de 45 años y un menor de 16, llevaban una caja de cartón con 27 paquetes que contenían un total de 324 pares de medias robadas. Sin embargo, lo que parecía un simple hurto tomó un giro inesperado cuando la policía identificó a uno de ellos.
Al verificar los antecedentes del mayor de los arrestados, los agentes descubrieron que tenía un pedido de captura vigente emitido por el Juzgado de Garantías de San Martín. La causa en su contra es por “homicidio agravado por ensañamiento en curso real, con privación ilegal de la libertad agravada por su comisión con violencia, amenaza y tortura”.

Este delito está directamente relacionado con el hallazgo macabro ocurrido dos semanas atrás en Ciudadela, cuando una pareja encontró una cabeza ensangrentada dentro de un bolso abandonado junto a un contenedor de basura. La víctima era un hombre de entre 30 y 40 años, de cabello oscuro y rizado, y tez trigueña, cuya identidad se determinó luego que se trataba de un ciudadano de origen dominicano.
Días después del hallazgo, el cuerpo decapitado fue encontrado en una pensión de la calle San Martín al 200, en una zona sospechada de ser un punto de venta de drogas. En aquel momento, el dueño del establecimiento también había sido detenido.