El Gobierno inició una profunda reestructuración de la Policía Federal Argentina (PFA), con el objetivo de convertirla en una fuerza de investigaciones complejas, tomando como modelo al FBI de Estados Unidos. A través del Decreto 383/2025, publicado este lunes en el Boletín Oficial, se oficializó el comienzo de un proceso de transformación que, según fuentes oficiales, será “paulatino pero sostenido”.
La idea central es que la PFA deje de cumplir funciones de policía de seguridad para convertirse en una agencia federal especializada en la investigación del crimen organizado, narcotráfico y terrorismo. “Queremos una policía de detectives, no de patrulleros”, sintetizó un funcionario del Ministerio de Seguridad. Las tareas preventivas quedarán en manos de otras fuerzas, como la Policía de la Ciudad, mientras que la Federal se enfocará en el trabajo con la Justicia federal.
El corazón de este nuevo diseño será el flamante Departamento Federal de Investigaciones (DFI), que se incorporará al organigrama institucional con una estructura orientada a la investigación criminal. Esta unidad tendrá un perfil técnico, profesional y altamente capacitado, inspirado en los estándares internacionales de agencias como el FBI.
La transformación también impactará en la formación de los nuevos oficiales: se promoverá el ingreso de profesionales universitarios y se reorganizarán los planes de estudio para enfocarlos exclusivamente en técnicas de investigación. Además, se recapacitará al personal actual que pase a integrar el DFI, con el objetivo de alinear su desempeño a los nuevos requerimientos.

El proyecto incluye una fuerte inversión en tecnología aplicada a la investigación criminal, con la incorporación de inteligencia artificial, análisis forense avanzado y bases de datos federales interconectadas. El plan contempla también la descentralización del trabajo operativo, a través de agencias regionales que trabajarán directamente con juzgados federales de todo el país.
Aunque los cambios implican una redefinición de funciones dentro de la fuerza, fuentes oficiales aseguraron que la transición será progresiva y que los actuales agentes conservarán sus puestos. “El proceso empieza en la formación de los nuevos cadetes y continuará con la reconversión del personal activo”, afirmaron.
Con este rediseño, el Gobierno busca que la Policía Federal abandone definitivamente su rol tradicional de patrullaje urbano y se convierta en una fuerza moderna, especializada y con capacidad real para investigar y desarticular organizaciones criminales de alcance nacional e internacional.