La focaccia es uno de los panes más populares de la cocina italiana, ideal para acompañar una comida, servir como entrada o simplemente disfrutar sola, con un poco de aceite de oliva. Su textura esponjosa, su sabor suave y su versatilidad la convierten en una opción irresistible, sobre todo si buscás algo fácil, rápido y delicioso de preparar en casa.
En esta nota, te contamos cómo hacer una focaccia casera con pocos ingredientes y sin complicaciones, siguiendo el paso a paso compartido por el sitio especializado en recetas Come Bonito. Además, te damos algunos consejos clave para que te quede bien aireada, dorada y llena de sabor.
Lo mejor de esta receta de focaccia es que se puede personalizar con los ingredientes que tengas en la heladera. Desde hierbas aromáticas hasta quesos, tomates o cebolla, todo suma para hacerla única. ¿Lo mejor? Va genial con sopas, ensaladas, picadas y hasta como base para sándwiches gourmet.

Ingredientes y sugerencias para una focaccia perfecta
Para preparar esta receta de focaccia vas a necesitar:
- 1 ½ taza de agua tibia
- 12 g de levadura seca
- 10 g de azúcar común
- 90 g de aceite de oliva
- 550 g de harina
- 1 ½ cucharadita de sal
Toppings sugeridos:
- 1 chorrito de aceite de oliva
- 1 o 2 cucharaditas de ajo picado
- 6 a 8 tomates cherry
- Sal marina (½ cucharadita o algunos pellizcos)
- 1 cucharadita de romero
- 1 cucharadita de orégano
Desde Come Bonito recomiendan prestar atención a tres claves: activar bien la levadura (deben formarse burbujas), amasar durante al menos 6 a 7 minutos para una textura esponjosa, y dejar levar la masa en un lugar cálido. Un truco: podés calentar el horno a 50°C, apagarlo y dejar la masa ahí adentro para acelerar el levado.

Paso a paso: cómo preparar tu focaccia en casa
- En un recipiente, mezclá el agua tibia con la levadura y el azúcar. Dejá reposar de 10 a 15 minutos hasta que la mezcla burbujee y aumente su volumen.
- En un bowl grande, agregá la mezcla anterior junto con la harina, el aceite y la sal. Amasá con batidora (usando gancho) o a mano durante 6-7 minutos.
- Aceitá la base de una fuente de unos 30x20 cm, colocá la masa y extendela uniformemente.
- Calentá el horno a la mínima temperatura por unos minutos, apagalo y colocá adentro la fuente cubierta con film para que leve durante una hora o hasta que duplique su tamaño.
- Cuando haya levado, retirala, subí la temperatura del horno a 230°C.
- Pincelá la superficie de la masa con aceite de oliva, hacé los clásicos huequitos con la yema de los dedos y añadí los toppings: sal marina, romero, orégano, tomates cherry y ajo.
- Llevá al horno por 20-25 minutos hasta que esté dorada por fuera y bien cocida por dentro.

La focaccia, el acompañamiento ideal para tus comidas de invierno
Además de ser riquísima por sí sola, esta focaccia casera va perfecta con sopas italianas como el minestrone o la pastina, y también se luce en una tabla de quesos, con hummus, dips o para hacer sándwiches calientes. Su versatilidad la convierte en una receta infaltable en cualquier cocina, sobre todo en días fríos donde buscamos platos cálidos, caseros y llenos de sabor.
Animate a probarla y disfrutá de tu propia focaccia recién horneada. ¡Una delicia fácil, rápida y bien italiana!