Uno de los fenómenos criminales más llamativos de Estados Unidos, que se cobró nuevas víctimas mortales hoy en Texas, son las matanzas estudiantiles. Como parte de los llamados "mass shootings", o tiroteos masivos, que suceden con una cierta regularidad en ese país, se caracterizan por apuntar contra escuelas primarias, secundarias o incluso universidades y, por lo tanto, tener víctimas jóvenes o infantiles.
El asesinato masivo en un establecimiento educativo más sangriento ocurrió en el 2007, en la universidad Virginia Tech. Allí, el estudiante Seung-Hui Cho comenzó a disparar, asesinó a 32 personas, hirió a otras 17 y se suicidó.
El segundo caso con más víctimas fatales sucedió en la primaria Sandy Hook, en el 2012. El responsable de la muerte de 26 personas, entre niños y docentes, fue Adam Lanza, quien había asesinado a su madre antes de ir a la escuela. Solo hubo dos heridos, y el responsable se suicidó en la escena.
Luego viene el caso de Stoneman Douglas High School, a donde asistió el asesino, Nikolas Cruz. Ya graduado, Cruz regresó a su alma mater y asesinó a 17 personas, dejando al mismo 17 heridos. Poco después, la policía lo detuvo. Al día de hoy, el responsable no tiene condena firme.
El caso de hoy, en Robb Elementary School, en el estado de Texas, tuvo 16 muertos, contando al propio asesino, que murió mientras la policía buscaba detenerlo. Superó al famoso caso Columbine, que acumuló 15 muertos, con el suicidio de los perpetradores.
