Los productores yerbateros de Misiones consiguieron que la Justicia frene las importaciones de yerba mate desde Brasil y Paraguay debido a que las empresas estarían evadiendo los controles sanitarios al ingresar el producto al país. Además, representaba una amenaza para el pequeño productor en el mercado.
Para el juez Civil y Comercial 5 de Posadas, Fernando Escalante, el afán lucrativo de los empresarios pone en riesgo la salud de la población y afecta al sector más vulnerable de la cadena productiva: los pequeños productores de Misiones y las familias que trabajan en la cosecha manual.
Al analizar las declaraciones aduaneras, los productores yerbateros advirtieron que declaraban el ingreso de productos como si fuera yerba ya elaborada, pero que en realidad estaría entrando "canchada", que es la yerba seca, sin ser molida. Con esto, eludirían una serie de controles sanitarios que buscan mantener una elevada calidad del mate que consumen los argentinos.
De esta manera, se devuelven también las facultades al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) para regular la actividad hasta tanto se dicte una sentencia firme sobre el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que lo volvió acéfalo.
El planteo judicial fue realizado por Marcelo Hacklander, director del INYM y dirigente de la Unión de Agricultores de Misiones. Para él, toda yerba mate proveniente del exterior debe cumplir con las normativas del INYM, el Código Alimentario Argentino y el Reglamento Técnico Mercosur, que dejó de exigirse tras la disposición de la Secretaría de Comercio que posibilitó la importación “obviando las normativas”.
Según estudios del INYM sobre cargamentos provenientes de los países vecinos, se constató años anteriores altos niveles de metales pesados, que superan los límites internacionales para la exportación.
En su presentación, el dirigente agrario destacó que “aprovechando la política macroeconómica, distintos importadores impulsados por un afán de lucro desmedido, compran yerba mate en Paraguay y Brasil, evitando los controles sanitarios, poniendo en riesgo la salud de miles de consumidores y también de los mercados internacionales, ya que se exporta esta yerba como si fuera Argentina, aprovechando el prestigio que tiene la misma y su calidad en la producción nacional”.