Hoy, 1º de octubre, celebramos el Día Internacional del Café, una bebida que para muchos de nosotros no es solo una cuestión de sabor, sino un ritual de todos los días. Desde el primer sorbo al despertar hasta ese cafecito que acompaña la charla con amigos, el café está siempre presente en nuestra vida.
El café tiene miles de variantes: amargo, con leche, en jarrito o cortado, pero lo que no cambia es su capacidad para conectarnos y generar momentos únicos. Sus características dependen de la variedad de grano, su proceso de tostado y, claro, cómo lo preparamos. Acá, te dejamos tres tips para que el café que tomás en casa esté siempre impecable:
- Hacé una buena preinfusión: Cuando hacés café en casa, no te saltees el paso de la preinfusión. Esto consiste en mojar apenas el café molido con agua caliente, dejarlo reposar unos segundos y recién después continuar con la preparación. Esto ayuda a que libere mejor sus aromas y sabores.
- Guardalo en la heladera: Si querés que tu café se mantenga fresco por más tiempo, guardalo en la heladera. Aunque no lo creas, el frío ayuda a conservar mejor sus propiedades, evitando que se oxide y pierda sabor.
- Evitá el café torrado: El café torrado, ese que tiene azúcar quemada en el tostado, se hace generalmente con granos de baja calidad. Lo usan para disfrazar el sabor amargo de un café que, sin ese proceso, sería bastante malo. Optá siempre por café tostado natural, el sabor te lo va a agradecer.
Día Internacional del Café, esencia de nuestra identidad porteña
Pero más allá de la técnica y la calidad del café, esta bebida tiene un significado especial en nuestra cultura porteña. Los bares notables, como el Tortoni, el Bar de Cao o el Margot, son templos donde el café y la conversación se encuentran en el centro de la escena. En estos lugares emblemáticos, generaciones de porteños han compartido ideas, charlas y silencios, todo acompañado de una taza de café.
Y ni hablar de su presencia en la música argentina. Desde tangos como "Cafetín de Buenos Aires", que pintan esos cafés de barrio donde la vida parece detenerse, hasta las letras más modernas, el café siempre aparece como excusa para hablar de la vida, el amor y las desilusiones.
Así que hoy, Día Internacional del Café, levantemos la taza y brindemos por este compañero fiel de nuestras mañanas y nuestras noches, por los encuentros que genera y por ser parte esencial de nuestra identidad porteña.