El directorio del FMI tomó una decisión inédita y recortó los sobrecargos que se aplican sobre los países deudores que tomaron créditos del organismo por encima de sus capacidades financieras, como es el caso de la Argentina.
Los sobrecargos son intereses adicionales que se le cobran a las naciones deudoras que accedieron a un crédito por encima de sus posibilidades. Estos sobrecargos se aplicaron sobre la Argentina tras el acuerdo Stand By que firmó Macri con el Fondo en 2018.
De esta manera, para el caso argentino el ahorro en pago de sobrecargos corresponde a un total de $US450 millones para 2025.

A partir de ahora, la composición de los sobrecargos se asienta sobre nuevos parámetros. Por un lado, los cargos básicos se reducen de 100 a 60 puntos báiscos. Además, el nivel base que se aplica para exigir los sobrecargos pasa de un umbral de 187,5% cuota a uno de 300%. Por otro lado, el índice del sobrecargo en base a tiempo cae de 100 puntos básicos a 75. Y, por último, la comisión de cargos se reduce de 115% a 200% por cuota y de 575% a 600% .
La directora del FMI, Kristalina Georgieva, comunicó la decisión desde sus redes sociales. "Estoy encantada de anunciar que el directorio ejecutivo a alcanzado un consenso en relación a los cargos y sobrecargos del FMI. Esto va a bajar el costo de los préstamos para nuestros países miembros en un 36 por ciento, mientras que se preserva la capacidad financiera del FMI para respaldar a países en un contexto global desafiante", escribió Georgieva.
La decisión de recortar los sobrecargos es una medida de orden geopolítico que tiene el propósito de facilitar el esfuerzo bélico de Ucrania contra la invasión rusa, que pretende expoliar sus recursos agropecuarios y energético. Entre otras cuestiones, Joe Bidem prometió a Volodimir Zelenski apoyar la quita de los sobrecargos que el Fondo Monetario cobra a determinados países, como es el caso de Ucrania.
Los Estados Unidos se apoyaron en un reclamo global que se promovía desde antes de la invasión rusa a Ucrania y en dicho esfuerza, al que se oponía el directorio y el staff del FMI, se alinearon el Papa Francisco, Joseph Stiglitzm, Thomas Piketty y el exministro de Economía Martín Guzmán.