El riesgo país de Argentina continúa su tendencia a la baja y este viernes logró perforar la barrera de los 1000 puntos básicos por primera vez desde el 12 de agosto de 2019. Un nivel que no se alcanzaba desde las primarias presidenciales de ese año.
A las 12:30, el indicador de riesgo país de JP Morgan marcaba una reducción de 41 puntos, para colocarse en 995, impulsado por señales de reacomodamiento en la economía y un alivio financiero que mitiga las presiones sobre los próximos vencimientos de deuda. Simultáneamente, los bonos soberanos en dólares experimentaban un incremento cercano al 1% en Wall Street, alcanzando así sus valores más altos desde que comenzaron a cotizar en el mercado secundario el 10 de septiembre de 2020.
En tanto, el índice accionario S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires registra un incremento del 1,6%, un nuevo máximo nominal. Este crecimiento se ve impulsado, además, por el desempeño favorable de los ADR locales en Nueva York, que alcanzan niveles de cotización no vistos desde 2018. En Wall Street, las acciones y ADR de empresas argentinas avanzan hasta un 6% en dólares, con Banco Francés picando en punta con un alza del 6,3%.
Este jueves, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, afirmó a través de su cuenta en la red social “X” que tuvo una “muy buena conversación” con Caputo. La titular del organismo destacó el “progreso en estabilizar la economía” que, según ella, impulsa el Gobierno del libertario.

Después de la reunión con el ministro Caputo, la directora del FMI, el organismo publicó un informe donde valora de manera positiva el ajute del Gobierno y especifica la situación regional, además de mencionar un posible nuevo pacto. El gesto del organismo multilateral de crédito es un espaldarazo para el titular del Palacio de Hacienda y aleja las preocupaciones sobre próximos vencimientos de deuda soberana.
Además, la caída del riesgo país por debajo de los 1000 puntos básicos llega después de que Caputo, anunciara el compromiso de financiamiento para Argentina por 8.800 millones de dólares por parte de distintos organismos de crédito -Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial y Corporación Financiera Internacional-.