Una semana después de la golpiza con un palo de golf a Silvia Lopresti (61), quien tomaba mate en un campo de golf en Pinamar, la mujer rompió el silencio sobre cómo fue la desagradable situación: dijo que pidió medicamentos para poder dormir y que espera no cruzar a sus agresores "nunca más". Además, advirtió: "Si me pegaban (con la parte de) la madera, me mataban".
En ese sentido, en diálogo con Pinamardiario, Lopresti reflexionó sobre lo que definió como "minutos de desquicio" que casi le cuestan la vida: “Me estoy yendo a hacer una resonancia porque el dolor es intenso, y hace una semana que tengo un zumbido en el oído que no desaparece”.
Sobre sus agresores, Celeste López (44) y Mariano Girini (62), Silvia contó que no los conocía y que espera no volver a verlos. “Ellos ya venían con ganas de pelear. Su odio racial y clasista es horrible. No aceptaría nunca sus disculpas, no les creería. Confío en que la Justicia no deje esto en una simple multa”.

La mujer contó que antes de golpearla a ella los golfistas golpearon a su amiga, a quien "le tiraron una pelota casi a los tobillos" y subrayó: "Lo que les molestaba en definitiva es que estuviéramos ahí"
Sobre la golpiza, Lopresti recordó que "era como un robot" y aseveró: "Me pega sin dudarlo con el palo en la cabeza y en el cuello. Lo parte. Y no le da la distancia, porque si me pega la madera me mata". Además comentó que sacó "otro" y le volvió a pegar.
"Esta gente lamentablemente existe, es una lástima, estos días de violencia que vivimos en el país", reflexionó la mujer y concluyó: "Somos un buen pueblo, tenemos buena gente, no nos tienen que convencer de que somos mala gente, tenemos un buen país y no nos tienen que convencer de lo contrario".