Javier Milei deberá prender, al menos, una vela a la figura de George Washington, el primer presidente de Estados Unidos. Porque hoy, en su honor, es feriado en ese país y, por tanto, no abrirá la Bolsa de Nueva York, con lo que el gobierno tendrá un día más para hacer “control de daños”, antes de que sean los mercados los que den su veredicto sobre la estafa de la cripto Libra.
Según el economista Fernando Marull, de la consultora FMyA “aunque es feriado en EEUU y habrá volumen acotado, debería tener impacto negativo, por el mayor riesgo político. Veo dólar arriba y activos abajo hasta que se calme todo”.
Andrés Reschini, en tanto, de la consultora F2, sostuvo que “no es algo que haga un daño directo a la sociedad. A la gente de a pie esto no le influye en lo más mínimo. El mercado va a ver hasta dónde llegan las consecuencias en el plano judicial y cuánto logra capitalizar la oposición, porque van a intentar que cale hondo en la sociedad y aprovecharlo en las elecciones. El mercado quiere ver si esto le cuesta votos al oficialismo, por eso va a esperar a que se aclare”, dijo.
Aunque es feriado en EEUU y habrá volumen acotado, debería tener impacto negativo, por el mayor riesgo político. Veo dólar arriba y activos abajo hasta que se calme todo
Es consenso entre los analistas, aunque nadie lo quiera decir públicamente, que si el presidente no logra remontar la imagen que causó esto, traerá efectos desastrosos en los bonos argentinos. "¿Quién va a dejar sus activos en un país cuyo presidente reconoce su falta de idoneidad para recomendar inversiones?. El segundo posteo de Milei donde afirma que no estaba interiorizado sobre la inversión que recomendó, alienta la salida de capitales más allá de la comisión o no de un delito", dijo un operador bursátil al medio La Política Online.
Paralelamente a los índices bursátiles, restará ver qué repercusión tiene este escándalo en la negociación con el Fondo Monetario Internacional, que tiene una posición muy restrictiva respecto a los activos digitales. Una de las políticas que exige el fondo es la regulación de las criptomonedas, con una línea de acción especialmente activa en advertir el riesgo y la falta de respaldo de las mismas.
El escándalo de Milei debilita la posición negociadora de Toto Caputo, que viene lidiando con dificultad con los pedidos del organismo para que unifique el tipo de cambio, devalúe y flote la moneda.