A tres años de la invasión rusa, Emmanuel Macron aterriza en Washington con una misión clara: frenar el pacto que Donald Trump y Vladimir Putin quieren cerrar sobre Ucrania sin contar con Europa ni con Volodimir Zelensky. El presidente francés llega a la Casa Blanca con un planteo firme y con la esperanza de que la presión internacional haga cambiar de opinión al magnate estadounidense.
Desde que arrancaron las charlas entre Estados Unidos y Rusia, Trump dejó claro que quiere un acuerdo de paz sin Zelensky en la mesa. Para el republicano, el presidente ucraniano ya no tiene peso político y Europa está demasiado dividida como para hacer valer su voz. Putin, como era de esperar, está de acuerdo y aprovechó la jugada para reabrir el diálogo con el país norteamericano tras años de tensiones.
Ante este escenario, Macron movió rápido. Citó a los líderes europeos en el Palacio Eliseo para definir una estrategia común y frenar la avanzada de los mandatarios de Estados Unidos y Rusia. En la cumbre estuvieron Olaf Scholz (Alemania), Pedro Sánchez (España), Giorgia Meloni (Italia), Donald Tusk (Polonia) y otros referentes del continente. Sin embargo, el encuentro no dejó grandes resultados, debido a que no se tomó ninguna medida concreta.

Mientras Europa intenta acomodarse a la nueva realidad geopolítica, Macron se apoyó en un aliado clave: el británico Keir Starmer. El primer ministro del Reino Unido comparte la preocupación del francés y juntos delinearon la propuesta que Macron llevará al Salón Oval. ¿Los tres puntos centrales?
- Europa debe formar parte de la negociación.
- Zelensky tiene que estar en la mesa junto a Putin.
- Europa está dispuesta a desplegar tropas en Ucrania para garantizar la paz.
Zelensky puso su renuncia a disposición
Para intentar romper con esta idea, Zelensky hizo un movimiento fuerte. En las últimas horas, aseguró que, si realmente su presencia es un obstáculo para la paz, él está dispuesto a dejar el cargo. Pero puso una condición: entrar a la OTAN. Además, convocó a los líderes europeos a una cumbre en Kiev para unificar una posición antes de que avance el acuerdo entre Washington y Moscú.

El Kremlin, mientras tanto, sigue marcando la cancha. "Estamos abiertos al diálogo con Estados Unidos sobre los temas que afectan nuestra relación bilateral", dijo el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Ryabkov. Al mismo tiempo, se confirmó que el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, y el canciller ruso, Sergey Lavrov, podrían reunirse en los próximos días para cerrar detalles de una cumbre entre Trump y Putin. Si eso sucede, Europa y Zelensky quedarían una vez más fuera de la negociación por la paz en Ucrania. Y el tablero geopolítico podría cambiar para siempre.