El París Saint Germain (PSG) se metió entre los ocho mejores de Europa tras un partidazo en Anfield que se definió desde los doce pasos. Después de 180 minutos de pura tensión, 30 de alargue y una tanda de penales en la que Donnarumma se hizo gigante, el equipo de Luis Enrique dejó afuera a Liverpool en su propia casa y sacó boleto a los cuartos de final de la UEFA Champions League.
El encuentro arrancó con un claro dominio de los Reds, que salieron con todo a imponer condiciones. Manejo de pelota, ataques punzantes y una presión asfixiante que hacía presagiar lo peor para el PSG. La primera chance clara la tuvo Alexis Mac Allister, que en lugar de definir prefirió asistir a Mohamed Salah, pero el egipcio fue bien cortado por Nuno Mendes. Poco después, el propio Salah tuvo otra clarísima: arrancó solo desde la mitad de la cancha, encaró a pura gambeta y sacó un remate colocado que pasó muy cerca del palo. Liverpool era una tromba, pero el fútbol tiene esas cosas…
A los 12 minutos, una desatención defensiva de los ingleses terminó en el gol de la visita. Ousmane Dembelé encabezó el ataque, descargó con Bradley Barcola y picó sin marca. Volvió a recibir dentro del área y, cara a cara con Alisson Becker, no perdonó: 1-0 para PSG y sorpresa total en Anfield. Ese baldazo de agua fría hizo que Liverpool bajara un cambio y los parisinos empezaran a acomodarse mejor en la cancha, aunque sin conseguir ampliar la ventaja en el global.

En el segundo tiempo, el partido se emparejó y se vivió un duelo de ida y vuelta. Liverpool llegó al empate con un gol de Szoboszlai, pero la alegría duró poco porque el línea levantó la bandera por offside de Luis Díaz en la jugada previa. Más tarde, el arquero Donnarumma volvió a salvar al PSG tras un cabezazo del colombiano, y en la jugada siguiente, Jarell Quansah reventó el palo con otro frentazo. Los de Arne Slot lo buscaron hasta el final, pero el destino parecía escrito: había que definirlo en tiempo extra.
El alargue tuvo más de lo mismo: dos equipos dejando todo, piernas cansadas y arqueros protagonistas. La atajada más espectacular fue de Alisson, que le tapó un remate tremendo a Dembelé. Pero nadie pudo romper la igualdad y la serie se resolvió en los penales.

Desde los doce pasos, el PSG fue pura efectividad: convirtió cuatro de sus tiros, mientras que Liverpool apenas metió uno. Donnarumma se vistió de héroe tapando los disparos de Darwin Núñez y Curtis Jones, y el joven Desiré Doué fue el encargado de marcar el penal decisivo que enmudeció a Anfield. Festejo del equipo parisino y clasificación a cuartos de final, dejando en el camino a un Liverpool que peleó hasta el final pero no pudo quebrar la resistencia francesa.

Bayern e Inter, también a cuartos
En los otros duelos de la jornada, el Bayern Múnich también avanzó tras superar a Lazio con autoridad, mientras que el Inter de Milán se impuso ante Atlético de Madrid en un cruce electrizante. Así, la Champions ya empieza a definir a sus candidatos rumbo a la gran final.