Se viene el esperado estreno de la serie de El Eternauta en Netflix, con fecha para el 30 de abril. Se trata de la primera adaptación de la icónica novela gráfica argentina de ciencia ficción escrita por Héctor G. Oesterheld e ilustrada por Francisco Solano López en este formato. Sin embargo, no es la primera adaptación audiovisual de la famosa historieta.
Si bien no son muy conocidos, ya existen algunos cortometrajes que retratan la historia de Juan Salvo y su grupo de amigos, quienes intentan sobrevivir a una extraña nevada tóxica que arrasa con la mayor parte de la población, para luego descubrir que en realidad se trata del inicio de una invasión extraterrestre.
El Eternauta (2013)
El primer cortometraje basado en El Eternauta busca representar lo más fiel posible el texto original, tomando diálogos y representaciones de los personajes muy similares a los de la obra de Oesterheld y Solano López. Dura casi 10 minutos y fue dirigido por Virginia Ferlat y Eunice Rozkiewicz, bajo la producción del Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICA).
60 segundos de oscuridad (2017)
Este homenaje a la historieta argentina es una adaptación de un fragmento de la obra, interpretada desde el lenguaje de la animación. A su vez, funciona como un cortometraje en sí, capturando un momento de desahogo ante una situación desesperante, tonalizada en un postapocalíptico retro. Dura alrededor de 4 minutos y fue dirigido por Pablo Conde.
El Eternauta: Huellas de una invasión (2014)
El cortometraje El Eternauta: Huellas de una Invasión trajo a la vida esta historia icónica en un formato innovador, combinando elementos de falso documental y found footage. Exhibido originalmente en Tecnópolis, este corto producido por NOS, un centro de gestión audiovisual que se propuso rendir tributo a la historieta original.
La trama se basa en la premisa de El Eternauta original, pero lo que hace especial a este cortometraje es su estilo narrativo. Se desarrolla en distintos fragmentos que fueron presentados por separado: la invasión es mostrada como si fuera un evento real documentado por testigos, que es descubierto 50 años más tarde, lo que motiva un nuevo documental con entrevistas ficticias. Este enfoque rinde homenaje al trasfondo político y social de la obra original.