El presidente Javier Milei negó haber tenido contacto con el exgobernador misionero Carlos Rovira en el marco de la votación del proyecto de Ficha Limpia en el Senado y busca desactivar la polémica que se desató tras el rechazo de la iniciativa impulsada por el PRO.
Desde la Casa Rosada aseguran que Milei no mantiene vínculo alguno con el actual presidente de la Legislatura de Misiones desde una reunión que compartieron en 2022. Además, niegan que haya existido algún tipo de gestión presidencial para incidir en el voto negativo de los senadores misioneros Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, tal como sugirieron algunas versiones que circularon en las últimas horas.
“No hubo ningún mensaje entre ambos, y tampoco está confirmado que Rovira haya dicho lo que se le atribuye”, remarcan en Balcarce 50, donde también rechazan que el exmandatario provincial haya felicitado a los legisladores por rechazar la propuesta.

En el Gobierno insisten en que no se intentó desarticular la mayoría necesaria para sancionar el proyecto en la Cámara Alta, aunque reconocen que no se movilizó a fondo la estructura oficialista para garantizar los votos. De hecho, la intención original del Ejecutivo era postergar el tratamiento del proyecto presentado por la diputada Silvia Lospennato para después de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires.
Fuentes oficiales apuntan contra el expresidente Mauricio Macri, a quien acusan de fogonear las versiones sobre un supuesto pacto entre el oficialismo nacional y la administración de Misiones para bloquear la aprobación de Ficha Limpia. En ese sentido, también crecen las tensiones con el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. “El PRO quiere sacar rédito electoral de la caída de un proyecto cuya aprobación nunca estuvo garantizada”, señalan cerca del Presidente.
El revés en el Senado también expuso diferencias dentro del propio oficialismo. Mientras el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el presidente del bloque de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, habían asegurado que estaban los votos para aprobar la ley, otros sectores venían advirtiendo que no había consenso cerrado para avanzar.

En paralelo, la Casa Rosada busca reactivar las negociaciones con el kirchnerismo por un nuevo paquete judicial. En la agenda figuran las dos vacantes en la Corte Suprema, luego del fracaso de las candidaturas de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, además de unas 150 vacantes en juzgados federales y la definición del reemplazo de Eduardo Casal en la Procuración General.
A pesar de las tensiones, el Ejecutivo también ratificó su voluntad de avanzar en un acuerdo electoral con el PRO en la provincia de Buenos Aires de cara a las elecciones de medio término. La estrategia oficial pasa por dejar fuera de la negociación a Mauricio Macri y sellar un entendimiento directo con el jefe del bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo, encargado del armado bonaerense. “El diálogo por la provincia va a seguir. Ficha Limpia no lo va a trabar”, afirman en el oficialismo.