El Cónclave 2025 concluyó con la elección del cardenal estadounidense Robert Francis Prevost como nuevo Papa, quien asumirá bajo el nombre de León XVI.
Sin embargo, entre los miles de fieles presentes en la Plaza San Pedro, una figura en particular volvió a captar la atención: el monje franciscano Massimo Coppo.
El nuevo pontífice fue elegido tras el segundo día de deliberaciones entre los 133 cardenales electores. El humo blanco, símbolo de consenso, emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina pasada la medianoche de Roma. Minutos después, el cardenal protodiácono Dominique Mamberti anunció el esperado “Habemus Papam”, proclamando el inicio del nuevo papado.

Mientras más de 40.000 personas celebraban en el Vaticano, el foco también se posó sobre la sorpresiva reaparición de Massimo Coppo, un hombre de unos 64 años, que volvió a caminar desde Asís hasta Roma, como ya lo había hecho en 2013, durante la asunción del Papa Francisco. Vestido con un hábito franciscano, alpargatas y portando un bastón, su figura destacó entre la multitud.
¿Quién es Massimo Coppo, el monje que reaparece en cada elección papal?
Coppo ya había llamado la atención hace 12 años por su silenciosa presencia en la plaza, orando por el bienestar del entonces recién elegido Papa Francisco. En aquella oportunidad, expresó su deseo de ver un pontífice cercano a los pobres, que predique sobre la eternidad, el retorno de Cristo y el juicio final.

Este 2025, volvió a presentarse en el Vaticano sin dirigirse a los medios ni emitir declaraciones. Su presencia, sin embargo, se viralizó en redes sociales, generando todo tipo de comentarios por su simbolismo y devoción. Muchos lo consideran un “peregrino de la fe” que aparece en los momentos clave para la Iglesia Católica.
Un nuevo Papa para una nueva etapa de la Iglesia
Durante su primer mensaje desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el Papa León XVI ofreció su bendición urbi et orbi y pronunció un emotivo llamado a la unidad, la paz y la justicia social, marcando el inicio de una nueva etapa para el Vaticano.

El papado de León XVI comienza con un fuerte simbolismo, no solo por su elección tras la renuncia de Francisco, sino también por las historias humanas y espirituales que rodean al Vaticano en momentos como este.