El temporal de los últimos días, con lluvias que dejaron acumulados históricos, generaron un escenario crítico en la zona núcleo, en especial, en la región norte de la provincia de Buenos Aires, con ciudades y campos bajo el agua.
Si bien la prioridad es que el agua baje en los centros urbanos y las personas damnificadas puedan volver a sus casas, en el ámbito rural hay especial preocupación por el impacto del temporal y las inundaciones que afectan a los cultivos, especialmente a la soja.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), los registros de precipitaciones superaron los 150 milímetros en amplias áreas y, en algunos casos puntuales, "alcanzaron valores excepcionalmente altos", como en las localidades de Chacabuco, Rojas y Junín, donde relevaron acumulados de 378, 250 y 225 milímetros, respectivamente.

De acuerdo con los datos disponibles, aún quedaba por recolectar un volumen importante de soja en la provincia de Buenos Aires al momento del evento, lo que equivale a unas 250.000 hectáreas. O sea, todavía se tienen que cosecha dos tercios del cultivo en las zonas más afectadas, consignó la BCR.
Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) estimó que el área que todavía falta trillar es aún mayor, llegando a las 530.000 hectáreas, las cuales podrían "presentar algún grado de afectación".
A esto hay que sumar el maíz que todavía no se levantó, correspondiente a planteos tardíos y de segunda ocupación, que abarcan una superficie estimada de 120.000 hectáreas.
Momento crítico para la soja
Según explicó el jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, Cristián Russo, “la duración del agua es crítica para ver el daño en los cultivos que no se cosecharon”, remarcando que el tiempo que tarden en drenar los excesos puede influir "en la magnitud del perjuicio productivo".

Para empeorar la situación, adelantó que se esperan nuevas precipitaciones en la región, lo que podría prolongar las condiciones de inestabilidad. “Hoy siguen las lluvias y lloviznas, y mientras no se resuelva este sistema que afecta al sudeste y siga entrando aire húmedo del Atlántico, la situación problemática puede continuar”, agregó Russo.
Por su parte, la BCBA marcó que "será necesario aguardar a que mejoren las condiciones del suelo y del grano para permitir el reingreso de las cosechadoras y poder dimensionar con mayor precisión el impacto final de este evento sobre la producción".