En su debut en el Mundial de Clubes, Boca estuvo a cinco minutos de asegurase la clasificación a octavos de final. El Xeneize hizo un partido casi perfecto ante Benfica, que se veía desconcertado por el juego friccionado que propuso el equipo argentino. Dos goles de ventaja no fueron suficientes para el knockout, y terminaron pagando por las pequeñas imprudencias de siempre. Agridulce.
Boca salió a jugar como manda su historia: con el cuchillo entre los dientes. Solidez a la hora de defender, un equipo compacto que tenía claro cómo podía hacerse valer en el Hard Rock Stadium: el juego brusco. Los europeos, acostumbrados a un futbol "ballet", con espacios y poco roce, se vieron desbordados por la actitud de los dirigidos por Miguel Ángel Russo.
Tras unos primeros minutos con llegadas claras del Benfica (un tiro en el palo incluído), se activó la primera alarma en Boca. Ander Herrera, quien evidentemente no debería seguir jugando en el equipo, tuvo que salir lesionado antes de los 20 minutos. Ya empezaban gastando un cambio. Sin embargo, apenas un minuto después llegaría el primer gol del Xeneize: desborde con caño incluído de Lautaro Blanco y centro para Miguel Merentiel, que la empujó debajo del arco.
Benfica, desconcertado por el juego de Boca, por el gol, y por la hinchada, trastabillaba en la cancha. Se veía nerviosismo en los dirigidos por Bruno Lage, y Boca infló el pecho y lo aprovechó. Solo cinco minutos después del primer tanto, Ayrton Costa cabeceó bombeado tras un corner y Rodrigo Battaglia hizo valer la frase hecha en el fútbol: dos cabezasos en el área son gol. 2-0 y delirio Xeneize.
Cuando parecía que el primer tiempo iba a terminar con esa ventaja, empezaron a verse los detalles absurdos que Boca siempre sufre. Carlos Palacios hizo una falta innecesaria en el área y le sirvió a Benfica el penal para irse con un gol al vestuario, a cargo de Ángel Di María. Ya a partir de ahí cambió el partido.
Los detalles de siempre: Boca y los jugadores "verdes"
En el segundo tiempo Boca estuvo menos lúcido en ataque, pero mantenía ese juego aguerrido. Bien plantados en cancha, aunque con algunos cambios que no mejoraron al equipo. Para colmo, a falta de 20 minutos se encontraba con la ventaja de jugar con uno más tras la expulsión de Andrea Belotti. Insólitamente, a partir de ese momento Benfica se agrandó y jugó mejor que en igualdad de condiciones.
Boca no supo aprovechar esa ventaja y empezó a meterse atrás. Así es como llegó el empate, tras un corner, que Nicolás Otamendi cambió por gol (cabeceó solo) y se lo dedicó a los hinchas de Boca, que lo chiflaron todo el partido. Cuando Boca necesitaba ir a buscar el tercero, Nicolás Figal, que volvía a jugar después de seis meses y rindió muy bien en todo el partido, lo arruinó con una expulsión insólita.
El empate, que en la previa muchos hinchas de Boca firmaban, por el desarrollo del partido termina siendo amargo. Y no se trata solo de la anécdota de poder ganarle a un europeo, sino que este triunfo significaba casi con certeza jugar el cuarto partido del torneo. Ahora, si bien hay chances, hay que estar con la calculadora.
“No hablamos mucho del cambio de actitud, hablamos mucho de lo que es competir, de lo que es Boca. Seguiremos porque hay muchas cosas buenas y otras que hay que mejorar, como siempre, porque, en definitiva, todos buscamos un cambio. Porque Boca es Boca”, declaró Russo en su conferencia de prensa pospartido.
En este sentido, agregó: “El hincha creo que se lleva una buena imagen del equipo, a nosotros nos gusta ganar, competir. Hoy hicieron un cambio. Tenemos que mejorar sabiendo que el partido que viene el viernes es más difícil que el de hoy, esa es la realidad”. Ni más ni menos, el viernes por la noche enfrentarán al Bayern Múnich.
Sobre el penal que cambió el partido, a pesar de la ingenuidad del chileno Palacios, el DT aseguró que desde su perspectiva no debía convalidarse: "Es discutible. Estamos en un nivel donde son árbitros mexicanos, me han dirigido en Arabia, yo los conozco. Es muy dificil, el rival también es fuerte. Hay muchas cosas que conjugan. Igual no me quejo del árbitro, nosotros tenemos que saber resolver esos problemas. Un gol sobre la hora no te pueden hacer".
Lo positivo para el equipo de Russo es que mostraron una actitud muy diferente a lo que nos tenían acostumbrados, con puntos de rendimiento muy altos como Merentiel, Costa, Blanco y Battaglia. Pero siempre se terminan pagando los detalles de jugadores "verdes". Cabe recordar que fue el debut del DT en su tercer ciclo. Por lo menos, una bocanada de aire que ilusiona de cara al futuro.
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