Lola Lourdes Nieto Villares (17 años) le envió un mensaje a su mamá el pasado martes. ¿Qué decía? Que la esperaran para comer, porque regresó a cenar. Sin embargo ella nunca volvió a su casa. El último lugar en el que se supo que iba a estar era la casa de un amigo de la familia, quien actualmente está desaparecido.
Los papás de Lola la estaban esperando cuando sonó el teléfono. Era Cristian, el hombre con el que su hija se había ido a encontrar. “Llamá una ambulancia porque tu hija convulsionó”, dijo del otro lado del teléfono y dio inicio a un auténtico calvario.
La escena con la que se topó Vanesa -madre de la adolescente muerta- cuando llegó al domicilio de la calle Mariano Acha al 1000, en Villa Urquiza, la puso en alerta: había policías cortando la calle, ambulancias y patrulleros. Sin embargo, hasta ese momento ni podía imaginarse la fuerza con la que la tragedia iba a golpearla minutos después.
Entre lagrimas contó: “Yo creí que era un bajón de presión, nunca me imaginé que mi hija estaba muerta”. Una médica del SAME fue la que le dio la noticia y desde ese momento todo es angustia y confusión.
De acuerdo a la autopsia realizada, Lola murió por un edema pulmonar y cerebral, compatible con una posible sobredosis de alguna droga. La familia afirmó que la menor solo consumía en forma social marihuana, algo que no pudo haberle provocado la muerte.
Por este motivo sospechan del hombre al que había ido a ver. “Desapareció porque tiene algo que esconder”, sostuvo Vanesa, tras lo cual agregó que la policía tampoco pudo encontrar su teléfono celular. La mujer señaló que durante los pocos minutos que se cruzó con Cristian esa noche advirtió que estaba “drogado o alcoholizado”. “Estaba sacado”, enfatizó.
