Un mes más tarde desde que las tropas de Vladimir Putin invadieran Ucrania, los líderes de la OTAN se reunieron en Bruselas y decidieron reforzar sus fuerzas de combate con 40.000 soldados adicionales en países miembro de Europa del Este, incluyendo varios fronterizos de Ucrania.
Además, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky solicitó ayuda militar para poder enfrentarse al ejército ruso y repro, Zelenski y denunció que hubo ayuda insuficiente frente a Rusia hasta al momento en un mensaje de video transmitido en la cumbre. En ese contexto, el presidente de Estados Unidos Joe Biden decidió enviar armas al Ejército ucraniano en respuesta a la invasión rusa a Ucrania.
La OTAN envió equipamiento militar adicional, incluyendo misiles antitanque, sistemas de defensa antiaéreos y drones a Ucrania.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg fue el encargado de comunicar estas decisiones y confirmó que la OTAN desplegará cuatro nuevos batallones en Eslovaquia, Hungría, Bulgaria y Rumania.
En tanto Biden afirmó que estas medidas son "una fuerte señal de que defenderemos y protegeremos de manera colectiva cada pulgada de territorio de la OTAN" y que el apoyo al gobierno de Ucrania va a continuar más allá de este nuevo envío.
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La OTAN envió equipamiento militar adicional, incluyendo misiles antitanque, sistemas de defensa antiaéreos y drones, pero por el momento no se enviaran tropas ni se desplegarán aviones en su espacio civil.
Stoltenberg subrayó que ante el uso de armas químicas, cambiaría fundamentalmente la naturaliza del conflicto y "tendría consecuencias extensas y severas". Finalmente, anunció que los miembros de OTAN acordaron reforzar sus defensas ante ciberataques y ayudar a Ucrania a defenderse de "amenazas biológicas, químicas, radiactivas y nucleares" de Rusia.
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