Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una jornada de lucha global que tiene su origen en movimientos de protesta y manifestaciones del siglo XIX y XX. Miles de mujeres e identidades feminizadas salen a las calles todos los años para visibilizar la violencia machista y exigir la igualdad de derechos y oportunidades. En la Argentina, donde se registra un femicidio cada 27 horas, los movimientos feministas convocan hoy a un paro nacional.
No queremos ni una muerta más
En los últimos años, la agenda feminista comenzó a instalarse en nuestro país a raíz del primer Ni Una Menos, el 3 de junio de 2015. El femicidio de Chiara Páez desató el grito de más de 300 mil mujeres activistas, militantes y de la sociedad civil que salieron a protestar contra la violencia por motivos de género.
Ese año se registraron un total de 286 femicidios en Argentina, cifra que no decreció desde entonces: en 2018, fueron 278; en 2019, 268; en 2020, 298; y en los primeros dos meses del 2021, ya se contabilizaron 52.
En este escenario, el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio por la pandemia dejó a muchas mujeres más expuestas a la violencia, ya que los hogares son espacios propicios tanto para su manifestación física como psicológica, sexual, económica y simbólica. A su vez, durante esta etapa se realizaron menos cantidad de denuncias previas al femicidio que en 2019. El 65 por ciento de las víctimas fue asesinada en su propia vivienda.
La movilización de hoy se dará en el marco de un Paro Internacional de Mujeres y se espera la adhesión de unos 70 países. Será la primera marcha desde que se legalizó el aborto en Argentina. Está convocada a las 17 horas en las inmediaciones del Congreso de la Nación y en distintas provincias.
Genealogía de una lucha
Si bien hay distintas versiones sobre los hitos que marcaron la historia del día de la mujer, el 8 de marzo de 1857 miles de costureras, planchadoras y activistas en huelga marcharon en Nueva York para exigir mejores condiciones de trabajo e igualdad de derechos. Fue una de las primeras manifestaciones para luchar por sus derechos.
Años después, en marzo de 1911, más de 120 trabajadoras —la mayoría jóvenes inmigrantes de Europa del Este e Italia— murieron en un incendio en una fábrica textil en esta misma ciudad. No está claro cómo inició el fuego, pero se cree que alguien dejó caer un fósforo o un cigarrillo. Mujeres y hombres no pudieron escapar porque los responsables de la fábrica habían cerrado las puertas de escaleras y de las salidas para evitar robos.
Aquel incendio tuvo grandes repercusiones ya que quedaron expuestas las pésimas condiciones de trabajo en las que se encontraban las víctimas. Por este motivo, los años posteriores se lograron conquistar nuevos derechos en materia de legislación laboral.
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