La lanzadora de peso estadounidense Raven Saunders se convirtió en la primera deportista en hacer un gesto de protesta política dentro de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Al recibir la medalla de plata y mientras las otras ganadoras posaban para las fotos en el podio, Saunders levantó los brazos en forma de X. La atleta declaró que representaba "la intersección en donde todas las personas oprimidas se encuentran".
La joven afroestadounidense de 25 años, integrante de la comunidad LGBTI, ha hecho público que lucha contra la depresión. El lanzamiento de bala, dijo, ha consumido su identidad en el pasado, haciéndole sentirse incapaz de escapar de las presiones que vienen con la competencia.
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