María del Carmen Solís se suicidó en 2017 luego de sufrir años de violencia física y verbal por parte de su marido, un médico forense que ahora será juzgado por femicidio por omisión en Mendoza. Esto podría constituir un precedente importante en este tipo de casos.
Pasaron cinco años desde que María del Carmen Solís se quitó la vida a sus 52 años luego de sufrir violencia de género por parte de su marido Juan Antonio Muñoz, un médico forense jubilado de 73 años.
Las pericias psicológicas dan cuenta que durante los últimos años de vida, la mujer sufrió deterioro fisiológico y agotamiento psicoemocional que la llevó a perder gran parte de su vida social y laboral. La Justicia sostiene que el médico conocía esta situación. De hecho, le había recetado psiscofarmacos como Alprazolam para que falte a trabajar e incluso le diagnosticó distintas enfermedades. La mañana que Solís se suicidó, él se había ido de la casa y la dejó sola.
Es válido concluir que tenía el deber de evitar la muerte de su mujer y podría haberlo evitado, si lo hubiese querido”, determinó la Justicia.
“Por los conocimientos del imputado, sus conductas agresivas previas, el estado de convivencia con la víctima y la situación de vulnerabilidad de ella, es válido concluir que tenía el deber de evitar la muerte de su mujer y podría haberlo evitado, si lo hubiese querido”, determinó la Justicia.
El juez Oscar Palmes dio lugar al pedido del fiscal Jorge Quiroga de juzgar el hecho como un femicidio por omisión ya que el hombre no hizo nada para evitar la muerte de su esposa.
La omisión como figura legal es usada en caso de cometer un accidente y no ayudar a la persona o cuando los padres no accionan antes de que sus hijos cometan el suicidio. Este caso podría sentar un precedente importante para los casos de violencia de género. Muñoz va a ir a juicio por jurados este año.
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