Antonio Miranda tiene 55 años, es albañil y vive y trabaja en la localidad de Comandante Luis Piedrabuena, Santa Cruz. El 7 de julio, en el Casino Club de Río Gallegos, apostó $6.000 y no le quisieron pagar.
Reclamó su premio y contó que la jefa de sala lo maltrató verbalmente, le dijo que era deshonesto al querer cobrar esa plata “porque la máquina tenía un mal funcionamiento”, remarcó Antonio, en diálogo con La Opinión Austral.
“Se acercó uno de los chicos que estaba en el salón y me dijo que iba a llamar a la jefa de sala. Ella llega y al ver la máquina me dice que no es válido y la apaga”, agregó. El hombre dijo que le preguntó a esta empleada cómo lo podían solucionar y que ella le contestó que de ninguna manera porque “no iba a cobrar directamente”.
Miranda hizo la denuncia en Defensa al Consumidor y en la Comisaría Seccional Primera e intentará cobrar lo que ganó. Gustavo Insaurralde, uno de sus abogados, remarcó que quiere abrir una mediación previa a las acciones judiciales, pero que desde el casino no se comunicaron con él.
El abogado comentó que al señor cuando su cliente ganó, la máquina se bloqueó y empezó a sonar la chicharra. Y expresó que, en ese momento se acercaron muchas personas que sacaron fotos “así que tenemos varias testimoniales”.
Finalmente, el albañil señaló que ganó en buena ley, no hizo trampa y que si la máquina funcionaba mal, no es su problema. “Estoy esperanzado en que lo voy a cobrar", concluyó. No solo esto, sino que aparecieron otras dos personas que acusan haber sido estafadas, en la misma máquina, en junio. Ahora, todo se resolverá en la justicia.
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