El último informe de la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías reveló que existe una reducción de las precipitaciones que está afectando gravemente los suelos en el campo argentino. Las zonas afectadas por las sequías severas son 44 partidos de la provincia de Buenos Aires, 5 de Entre Ríos y 4 de Santa Fe, que comprenden 7 millones de hectáreas.
Además de las áreas en situación severa, existen en total 140 millones de hectáreas en sequía leve y moderada, que comprenden más terreno de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe pero también afectan a otras provincias como La Pampa, Córdoba, San Luis, Santiago del Estero y Mendoza.
Según el informe de la Mesa Nacional, en septiembre y octubre “se acentuó la falta de lluvias en el centro-este del país, agravando los impactos de la sequía”. El organismo se basa en una serie de índices como el de humedad de los suelos, que demostró que las áreas afectadas están extremadamente secas. Por otra parte, el índice de vegetación arrojó “menor actividad fotosintética que la normal y que la mínima registrada en los últimos 10 años”.
La Mesa informó, también, que para las primeras semanas de noviembre se esperan menos lluvias de lo normal, y que para los cultivos del norte de Buenos Aires se proyectan “rendimientos muy por debajo del promedio histórico, e incluso pérdidas totales y reducción del área sembrada”. De esta manera, el organismo prevé que el trigo sembrado en las áreas más afectadas tenga un rendimiento muy bajo o directamente no se coseche.
Por su parte, la Cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía de la UBA informó que hay un 84% de posibilidades de que las condiciones de “La Niña”, fenómeno climático que consiste en un período frío con condiciones más secas, continúen hasta enero de 2023.
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