Máximo Gómez Jaroslavsky, un joven de 20 años de Bariloche, fue diagnosticado con linfoma de Hodgkin grado 4, un tipo de cáncer que se forma en el sistema linfático. Después de un duro y largo tratamiento en 2023, prácticamente la enfermedad se había ido y debía someterse a un médula para evitar una recaída. Pero pasaron cinco meses y todavía su obra social no autorizó la operación. Ahora, el cáncer volvió.
"En este momento estoy pasándola como se puede, tratando de sacar siempre lo mejor, pero la realidad es que estoy bastante enojado con la obra social IPROSS (Instituto Provincial del Seguro de Salud)", expresa el joven en diálogo con Diario Con Vos. "Hice quimioterapia todo 2023 y tenía que realizarme en marzo un trasplante de médula para finalizar mi tratamiento porque mi cuerpo estuvo muy comprometido por el cáncer", comenta Maxi, que vive con su mamá y dos hermanos en la ciudad de Río Negro.
La familia del joven pidió en enero la autorización del procedimiento, pero se lo fueron posponiendo: "Me decían a mitad de marzo, después a principio de abril, mitad de abril, después mayo y así. Siempre era entregar otro papel, que no llegue y esperar porque los mandaban de Bariloche a Viedma sin usar tecnología". "Y así me lo fueron pateando hasta que vi que mi cuerpo no estaba reaccionando bien, me hice estudios y resulta que volvió el cáncer porque no me realizaron el trasplante", denuncia Maxi. "Es un garrón tener que volver tantos pasos para atrás y pudiendo haberlo hecho antes, la verdad es que es una maldad absoluta", expresa.

"Tenía que haber sido en marzo el trasplante porque cuando le hacen el último estudio PET en noviembre ya estaba listo como para salir curado, pero dieron vueltas con la burocracia", asegura el padre, Roberto Gómez. "Mariana, mi expareja y la mamá de Maxi, tenía todos los papeles en regla, tiene todo documentado, los mails que se mandaron y todo lo que se presentó con fecha", señala. "El problema fue de la obra social IPROSS", agrega.
El papá de Maxi detalla que "la enfermedad volvió porque había células cancerosas en la médula -la que debía trasplantarse- y esas células se volvieron a esparcir por todo el cuerpo". "Él soportó muy bien las dos primeras quimioterapias, la ambulante y la internación, y ahora debe someterse nuevamente", añade Roberto Gómez.
Por su parte, el joven asegura que el autotrasplante que se debe realizar en Neuquén todavía no está autorizado. "Ahora tienen que aprobar el nuevo procedimiento de tres meses que tengo que hacer acá en Bariloche y después el trasplante", cuenta Maxi y detalla que tiene que afrontar una inmunoterapia lo antes posible. "No puedo seguir esperando", declara.

"Es bastante frustrante afrontar todo esto de nuevo y no poder proyectar a futuro como me hubiese gustado, yo pensaba que para esta fecha iba a estar de alta, haciendo mis cosas y capaz viviendo en Buenos Aires", dice. "Pero uno siempre trata de sacar lo mejor de las cosas y va para adelante. Por suerte, estoy muy bien contenido con mi familia, mis amigos y no dejo de hacer las cosas que me gustan como música", expresa el joven de 20 años.
La familia Gómez Jaroslavsky cuenta lo que sucedió para que los responsables se hagan cargo. "Esta difusión ayuda muchísimo no solo a visibilizar el caso y a que no vuelva a pasar, sino para que la obra social acelere las autorizaciones", comenta Maxi. Y su padre concluye: "Hay mucha gente que está desprotegida por esta obra social, que pasa por el mismo calvario y que no tiene donde recurrir"..