El Gobierno de la Ciudad anunció la renovación de todos los vagones de la Línea B de Subte, que une Leandro N. Alem y Juan Manuel de Rosas. La medida llega como parte de la "modernización" de la red de Subte, según precisaron desde el gobierno porteño.
El recambio en la Línea B se hará con 174 nuevas formaciones nuevas cero kilómetros, que tendrán aire acondicionado, cámaras de seguridad y un sistema de información para pasajeros visual y auditivo.
Jorge Macri, cuando dio a conocer la noticia, expresó: "Tomamos una medida muy importante y relevante para más de 180 mil personas que viajan todos los días en la línea B de Subte y es que vamos a renovar toda la flota, hoy la gran mayoría de las formaciones tienen más de 60 años. Serán 174 nuevos coches cero kilómetros, todos con aire acondicionado, cámaras de seguridad, más confortables y con tecnología de punta".

La noticia llega después de que Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) decidiera, después de postergar por cuarta vez la licitación para la adquisición de nuevas formaciones, avanzar con el reemplazo de 29 trenes. La compra no solo estará destinada a reemplazar a las formaciones Mitsubishi, adquiridas de segunda mano al Metro de Tokio en la década del 90 y los CAF 6000, comprados de segunda mano al Metro de Madrid a mediados de la década pasada.
Cabe señalar que la Línea B es de las líneas sobre la que más han denunciado contaminación del material cancerígeno asbesto, aunque los trabajadores del Subte lleven adelante su reclamo sobre la presencia de este material en todas las líneas.
Este, sin embargo, es un conflicto que se arrastra desde la gestión de Mauricio Macri. Los trabajadores nucleados en Metrodelegados organizaron medidas de fuerza como paros y aperturas de molinete durante todo el 2023 a causa de la exposición prolongada a la contaminación, que repercute directamente en la salud de trabajadores y usuarios.
Uno de sus jubilados, Martín Paredes, conductor de la Línea B con 29 años de trabajo en el subte, explicó la lucha de los trabajadores contra el asbesto y comentó como su propio estado de salud se vio perjudicado por este químico.
Paredes relató: "Yo entré en el 94' como boletero, en el 98' pasé a guarda, y desde el 2003 conduzco, siempre en la Línea B". Siguió: "Descubrimos que había asbesto por los trenes que compró Mauricio Macri al metro de Madrid. Los compañeros de allá nos informaron que esos trenes tienen asbesto, que a ellos los había enfermado con los mismos problemas que nosotros tenemos ahora".