En este artículo trataremos de analizar los pro y los contra de este tipo de convivencia y en especial, en esta etapa de nuestras vidas. De qué se trata el método “viviendo aparte juntos” que cada vez más parejas eligen.
Como con el lenguaje y la cultura, lo que no evoluciona muere, con el amor y las relaciones también pasaría lo mismo aunque en este caso no deja de sorprendernos la evolución continua y sin frenos para la creatividad. Los nuevos modelos de convivencia no surgen porque si, en realidad se da para poder adaptarse a las necesidades y deseos de las personas.
El significado de la palabra amor: “es el sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear”.
Es así como la convivencia pareciera que aparece como uno de los preceptos fundamentales del amor, toda vez que dos personas que se aman, quieren compartir un hogar y unir sus proyectos de vida bajo el mismo techo. Sin embargo, este imperativo, este estereotipo de amor en pareja parece estar cambiando y transformándose en este último tiempo.

Las parejas que deciden vivir en hogares o en espacios separados, buscan preservar la intimidad personal sin dejar de lado lo que construyeron juntos. En estos casos, amar al otro va más allá de convivir, ya que el proyecto se basa, por ejemplo, en otros aspectos como la comunicación y el respeto por la individualidad.
Alexis Alderete El psicólogo especializado en sexología clínica, Alexis Alderete, fue quien introdujo el concepto de Living Apart Together, que en español se conoce como “vivir separados juntos”.
Las parejas LAT (Living Apart Together) habla de un nuevo modelo de relación y convivencia que va extendiéndose cada vez más en diferentes países. Desafía la idea tradicional de que una pareja debe compartir un mismo techo para ser considerada estable o comprometida. Pero este tipo de parejas priorizan la independencia personal, autonomía habitacional y el respeto mutuo, lo que les permite combinar una relación amorosa con la libertad individual. En muchos casos, esta decisión se toma de manera consciente y puede ayudar a fortalecer la relación al proporcionar un mayor equilibrio y satisfacción individual”.
Dejemos esto muy en claro: la parejas LAT hablan de una pareja que mantiene una relación comprometida, una relación amorosa con proyectos y valores compartidos, pero que eligen de común acuerdo vivir en casas separadas, casa cercanas, de distintos barrios hasta en diferentes países, ya sea por la imposibilidad de convivir debido a compromisos laborales, familiares o financieros, de malas experiencias anteriores o lo más importante, porque lo quieren así!
Disfrutar los encuentros sin el residuo que deja la cotidianidad y la rutina, renovar el deseo y las ganas de compartir, poder extrañarse, dar oxígeno a la pareja a través del autocuidado, tener espacios propios generando puntos de encuentro con el otro más planeados, deseados y pautados de común acuerdo.
Alexis Alderete
La idea de parejas LAT nos enseña y hacer pensar lo que a menudo creemos que es el amor verdadero: que significa estar constantemente juntos y en convivencia, esta idea nos invita a cuestionar, redefinir y reconstruir nuestras creencias sobre las relaciones románticas. El amor y la intimidad no se limitan a un formato único y cada pareja tiene la libertad de explorar y encontrar su propia experiencia.
Parejas de adultos
Con las parejas adultas podríamos hacer un parate. Quienes cumplen más de dos décadas de casados han pasado, seguramente por todos los pasos diseñados para La Mujeres y Hombres 5.0. Ponerse de novios, casarse por Iglesia, y por civil, la fiesta, la casa y la convivencia. Después vendrán los hijos.
Jamás se nos hubiera ocurrido ir en contra de esta modalidad, mandato, recreación de un cuento de hadas, la posibilidad para la mujer de su primera salida exogámica. Mirá si nos íbamos a quejar de la convivencia. La misma era nuestro pasaje hacia una supuesta libertad.
Por suerte todo va cambiando y hay parejas que se permiten decidir no convivir porque ese es el acuerdo. Toda pareja renegocia sus modos de vincularse. Pensemos que antes las personas salían, estaban en pareja un tiempo, hacían algún viaje juntas y pasado eso se iban a vivir juntas. La convivencia era el paso obligado y sostenía a la pareja, y le daba legitimidad. Hace un tiempo esta era la dinámica pautada, implícita y asumida. Las parejas hoy no necesariamente conviven ya que los acuerdos se renuevan, se repiensan, están abiertos y evolucionando”.
Hoy en día, una pareja puede decidir no convivir ya que no lo necesita como punto de partida ni de llegada, no da permisos ni libertades, lo importante es elegirse, amarse y respetarse, no necesariamente convivir. Algunas parejas LAT que están en pareja y deciden no convivir subrayan el respeto por la intimidad del otro, y sobre todo de la propia.

Las parejas de adultos, de más de 50 años cada uno, poseen rutinas y características especiales. Algunas después de convivir más de 20 años, duermen en camas separadas o en cuartos separados. Sus rutinas se fueron amoldando, ya sea por los ronquidos de él, la menopausia de ella que no la deja dormir, que tiene calor y prende el aire acondicionado en pleno invierno, que él mira películas de guerra hasta altas horas de la noche, en fin, mil diferencias que antes no existían pero la naturaleza y los años se empeñan en molestar.
Ahora bien, cuando aparece una nueva pareja todos estos “detalles” se vuelven más fáciles de negociar. Y si la experiencia anterior fue mala, con más razón la relación de pareja LAT es una excelente posibilidad.
Otro tema son los que tienen hijos de parejas distintas y están separados, y no quiera perder la individualidad con sus hijos y buscan tener con su pareja otros espacios fuera de casa, encontrarse en momentos puntuales pero no convivir.
Y sino aparece el nido vacío, deterioro y rompimiento de la pareja, la menopausia y andropausia, el balance personal de cada miembro de la pareja, por lo cual el reencuentro con el hogar sin pareja, nos llena de libertades que nunca tuvimos. Pareja nueva si, pero en casa jamás. Una vez que comenzamos a disfrutar de independencia personal es muy difícil que cambiemos.
Ventajas de las parejas LAT
El modelo LAT más allá de la edad de la pareja, nos ofrece beneficios especiales que pueden resultar muy interesantes para aquellos que valoran tanto su relación como su independencia:
Menos conflictos por la convivencia, autonomía y crecimiento personal, tiempo de calidad en pareja y refuerzo del autocuidado.
En síntesis: La ventaja de las parejas LAT es el decidir de común acuerdo, vivir separados, lo cual permite a cada persona enfocarse en su bienestar personal sin dejar de lado la relación. Esto refuerza el autocuidado y puede reducir el estrés que a veces genera la convivencia constante, sin dejar de lado el amor y compromiso que los une.