La temporada de frutillas está aquí, y es el momento perfecto para disfrutar de recetas frescas y deliciosas. Este año, aprovecha la oportunidad de preparar Franui casero, un dulce que combina la acidez de la fruta con el sabor del chocolate.
Las frutillas son ricas en vitamina C, fibra y antioxidantes, además de ser bajas en calorías y grasas. Este postre se ha vuelto popular en Argentina, especialmente los bombones helados de Franui, donde la fruta se congela y se baña en chocolate, creando un deleite refrescante.
¿Cómo hacer Franui casero de frutillas en pocos pasos?
La elección:
Elegí frutillas de tamaños similares para asegurar una congelación uniforme. Si tenés algunas más grandes, cortalas para que sean parecidas.
Preparación de la fruta:
- Lavalas y secalas con papel absorbente.
- Retirá los cabitos y las hojas.
- Si es necesario, cortálas grandes para que sean homogéneas.

Congelación:
- Colocá las frutillas en un recipiente plástico y llevalas al freezer hasta que estén completamente congeladas.
Derretido del chocolate:
- Derretí 120 gramos de chocolate blanco en un bol.
- Derretí 120 gramos de chocolate negro a baño maría en otro bol.
Bañado en chocolate:
- Sacalas del freezer y cubrí cada una con chocolate blanco. Después, colocalas sobre papel manteca.
- Una vez que el chocolate blanco se endurezca, bañalas en chocolate negro, asegurándote de cubrirlas completamente.
Refrigeración final:
- Dejalas sobre el papel manteca y llevalas al freezer por 15 minutos más para que se endurezcan.
Una vez que los Franui estén listos, ¡prepárate para saborear este dulce placer! Con un exterior crujiente y un interior dulce, son el snack ideal para los días calurosos.
¿Cómo conservarlas para que duren más tiempo?
En primera instancia, lo que debés hacer es lo que estás pensando, sí. Tenés que llevarlas a la pileta de tu cocina y lavarlas. Sin embargo, acá viene la parte que seguro no tenías.
En la parte del lavado tenés que armarte de paciencia, puesto que la primera vez sí, solo tenés que usar agua, pero para la segunda, debés repetir el proceso con un chorrito de vinagre.

¿Eso es todo? No, no termina acá. Por última vez, es decir la tercera, repetís el lavado, pero con una gotita de lavandina. Sí, leíste bien. Lavandina.
Cuando las frutillas estén bien sanitizadas, las vas a secar con dos rejillas bien, pero bien limpias, hasta que queden bien secas. Después, tenés que colocarlas en un recipiente de plástico bien hermético y con servilletas terminás de absorber la humedad.