Desde la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) aseguraron que 2024 cierra con buenos niveles de producción, pero sin rentabilidad para los frigoríficos.
De acuerdo al análisis de Daniel Urcía, presidente de FIFRA, "el 2024 termina con muy buen nivel de faena y producción de carne, tanto en el sector bovino como en el de porcinos".
"En el primero de ellos seguramente estaremos cerca de las 13,8 millones de cabezas faenadas lo que significa una disminución de 5% cuando se esperaba para 2024 una caída de 10%. En el caso de los porcinos se ratificaría un crecimiento del orden del 2% anual, como lo viene haciendo año tras año", indicó.
Si bien la alta faena y producción de carne son buenos datos para el sector cárnico, la realidad se contrapone si se observan los costos y el consumo.
En relación a esto Urcía explicó que "la situación es compleja, porque la alta faena y producción solo ayudó a reducir el impacto del incremento de costos: el año cierra sin rentabilidad para el sector industrial".
Frigoríficos e impuestos
"A pesar de la alta faena y las medidas impositivas la situación es complicada en las industrias cárnicas por lo que consideramos que es urgente la eliminación total de los derechos de exportación para todas las carnes y sus subproductos para que, de esa manera, se reciba de manera inmediata el beneficio en todos los operadores", indicó el presidente de FIFRA.
Otro punto son las reformas que podría mejorar la competitividad en materia impositiva, pero en ese caso tienen que ser tratadas por el Congreso y van a demorar al menos unos seis meses, "tiempo que podría ser excesivo y determinante para algunos operadores", considera Urcía.
A esa situación se agrega la pérdida de valor de los subproductos como cuero, sebo y hueso, "solo queda con valores razonables la menudencia cuyo consumo doméstico ha disminuido considerablemente por lo que se exporta en gran volumen se exporta pero gravado con derechos de exportación", explica.
Y finaliza: "En definitiva no alcanzan lo que se percibe por los subproductos y la venta de carne para cubrir los costos industriales y logísticos. Por eso para sostener la actividad es necesario cobrar el servicio a los matarifes (de allí la necesidad de igualar la alícuota de Iva en el 10,5%) o soportar el desequilibrio con la venta de carne".