Caseros, industriales, con frutas abrillantadas o frutos secos: las altas temperaturas no son excusa para dejar de lado el pan dulce, ese clásico infaltable en la mesa de los argentinos durante el brindis navideño. Conocido en otras partes del mundo como "Pannettone", el pan dulce es un bizcocho que combina una masa esponjosa con frutas abrillantadas, frutos secos y, en ocasiones, chocolate.
Este postre llegó a Argentina gracias a la inmigración italiana y se convirtió en un símbolo y tradición infaltable de las fiestas. En esta nota te contamos cuáles son los cinco lugares top de Buenos Aires para llevarte el mejor pan dulce a casa. Algunos ya son instituciones porteñas, mientras que otros sorprenden con propuestas frescas y originales.
¿Dónde se consigue el mejor pan dulce?
El Progreso
El Progreso es el decano del pan dulce en Buenos Aires. Fundada en los años 20, esta pastelería es un verdadero emblema de la ciudad. Su famoso pannettone fue premiado con diploma y medalla de oro en la Exposición Internacional de Roma en 1923. Hoy, a más de 100 años de historia, los descendientes del fundador siguen elaborando este manjar con la misma pasión que en sus comienzos. Si buscás un pan dulce con tradición y calidad asegurada, este es tu lugar.

Pertutti
Pertutti es sinónimo de clásico y accesible. Su pan dulce viene en dos versiones: el tradicional, cargado de fruta abrillantada, frutos secos, cerezas y quinotos, y otro más sobrio, solo con frutos secos. Además de poder comprarlos en sus locales, también está la opción de adquirirlos a través de su tienda online, ideal para los que prefieren evitar las filas.
Los Pinos
Aunque esté un poco alejado del centro porteño, Los Pinos es una parada obligatoria para los fanáticos del pan dulce. Ubicada en Hurlingham, esta panadería tiene un encanto especial y una anécdota inolvidable: era la favorita de Diego Maradona cuando andaba por el oeste del conurbano bonaerense. Su Stollen es un éxito rotundo, y no es raro ver filas interminables de vecinos que esperan para llevarse uno a casa. Vale el viaje.

Plaza Mayor
En pleno centro porteño, en el barrio de Montserrat, el restaurante Plaza Mayor es conocido por su único tipo de pan dulce, que se elabora todo el año. Este es el sueño de cualquier amante de los frutos secos: tiene higos, cerezas, pasas de uva, y una masa tan suave que parece terciopelo. Eso sí, hay que ir temprano, porque solo se vende de manera presencial, y las filas son parte del paisaje habitual en esta época.
Nucha
Si buscás algo un poco más gourmet, Nucha es tu mejor opción. Ofrecen un pan dulce tipo milanés, con miga esponjosa y una combinación perfecta de frutas secas, pasas de uva y cascaritas de naranja. Además, tienen versiones genovesas y otras que suman almendras y nueces. Para los que prefieren innovar, también hay opciones con chocolate y cascaritas de naranja. Una delicia que justifica cada peso que cuesta, y que podes encontrar en distintos puntos de CABA y del GBA.
Durante la Navidad, el pan dulce reúne a familias y amigos alrededor de la mesa para cerrar las celebraciones con un toque especial, simbolizando la abundancia y los buenos deseos para el año nuevo. En cualquiera de estos cinco lugares vas a descubrir que es mucho más que una tradición: es una experiencia de sabores y emociones.
