El consumo creció en enero después de varios meses a la baja de acuerdo con la medición de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), tras la recesión económica.
Según el informe oficial de la Cámara de los representantes empresariales del país, el consumo en los hogares del primer mes del año registró una suba interanual del 5,4% en el Indicador de Consumo (IC) y un crecimiento del 4,3% frente a diciembre de 2024.
"En enero de 2025 se registró el primer valor positivo de los últimos meses, y el avance fue de gran magnitud, lo que implica una señal auspiciosa, aunque no debe desconocerse el bajo nivel de comparación de comienzos del año pasado", expresó la Cámara.

Los valores en enero se debieron, a su vez, a un mayor endeudamiento en préstamos personales y tarjetas de crédito, según el análisis de los profesionales. Esto derivó a un mayor consumo en bienes durables, como electrodomésticos y automóviles.
Por rubro, la única categoría que tuvo una caída abrupta del 4,6% interanual fue Indumentaria y calzado. Las que mejores números mostraron fueron Transporte y vehículos, con un crecimiento estimado del 4,6% interanual en enero y Vivienda, alquileres y servicios públicos, que mostró un crecimiento estimado de 3,4% según la CAC.
"Esta dinámica representa un cambio en la estructura de consumo del hogar, orientándose más a bienes durables facilitados por el crédito que a bienes de consumo diario. Con un ingreso disponible que mejorará de forma acotada durante este año, el cambio en la estructura de consumo se profundizará", cerró el informe.
El consumo cae en picada según las consultoras
El dato de la CAC va a contramano de lo que informó la consultora privada Scentia, que mostró que el consumo masivo no se recupera y mostró una caída interanual del 10,6% en enero, con especial intensidad en el AMBA y en los comercios de barrio. La cifra resultó peor de lo esperado en el sector y refleja el 13° mes de números negativos.
Por 13° mes consecutivo, el consumo masivo permanece en rojo. La caída interanual registrada en enero fue del 10,6%, comparada con un valor que ya de por sí era bajo -enero de 2024- debido a la fuerte devaluación impuesta por el Gobierno de Milei en diciembre del 2023. La inflación desatada en ese entonces, sumada a los salarios pisados, marcó una desventaja del ingreso respecto de los precios que se mantiene hasta hoy.
La cifra la reveló la consultora Scentia, superando para mal las expectativas del sector supermercadista que apostaba a una baja del 5%. La caída de enero fue especialmente fuerte en los comercios de barrio: mientras que la reducción interanual del consumo fue del 7,2% en los hipermercados, en los mercados barriales fue del 13,5%. Asimismo, el derrumbe del consumo superó la media en el AMBA, donde los comercios barriales vieron una caída del 17,1% y los supermercados de más del 8%.