El Banco Central de la República Argentina (BCRA) confirmó este jueves la renovación por doce meses del tramo activado del swap con China, que representa 35 mil millones de yuanes, equivalentes a unos 5.000 millones de dólares. La noticia llega justo cuando se acelera la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el escenario internacional suma presión por la disputa comercial entre Estados Unidos y el país asiático.
El acuerdo fue sellado con el Banco Popular de China (PBOC) y permite que ese tramo del swap, que debía comenzar a cancelarse a partir de junio, permanezca disponible en su totalidad hasta mediados de 2026. De no haberse renovado, el BCRA se hubiese visto obligado a empezar a devolver esos fondos, lo que implicaba una salida importante de reservas en un momento de extrema fragilidad.
“El objetivo es reducir los riesgos durante la transición hacia un régimen monetario y cambiario consistente y sostenible, en un contexto internacional desafiante para los flujos de capitales”, expresó el BCRA a través de un comunicado.

La línea total del swap con China asciende a unos 18.000 millones de dólares, y es la más grande que mantiene el país asiático con otro banco central en el mundo. Solo ese acuerdo representa más del 70% de las reservas brutas actuales del BCRA, que cerraron el miércoles en 24.733 millones de dólares, un nivel que refleja la presión constante por la salida de divisas, la suba del riesgo país y la escalada de los dólares financieros.
El swap fue firmado originalmente en 2009 y ha sido renovado en varias ocasiones. La porción de 5.000 millones de dólares fue utilizada por la gestión anterior en 2023 y comenzaba a vencer en junio. Con esta extensión, el Gobierno gana aire para encarar los compromisos externos, en paralelo al nuevo programa con el FMI por 20.000 millones dólares, que incluiría un primer desembolso de hasta 12.000 millones de dólares, sujeto a la aprobación del Directorio del organismo este viernes.

Aunque durante su campaña Javier Milei había lanzado fuertes críticas contra el gobierno chino, ya en funciones adoptó una postura mucho más pragmática. Hoy define la relación entre ambos países como la de “grandes socios comerciales” y aseguró que su intención es profundizar los lazos económicos.
Consultado en enero por Bloomberg News durante el Foro de Davos sobre su cambio de actitud, el presidente respondió con tono directo: “Bueno, a veces hay que aprender. ¿Acaso no se aprende todos los días? Si no aprendo, perjudico a los argentinos. Tengo una presión extra para aprender rápido”.