Qué mejor compañía para el mate o el té en otoño que un buen budín de mandarina, ese clásico de estación que, con apenas cuatro ingredientes, llena la cocina de aroma y el alma de abrigo. Esta receta, que no falla nunca, es liviana, económica e ideal para quienes buscan algo rico, casero y sencillo.
El budín de mandarina no solo es una de esas preparaciones que nos transporta a la infancia, sino que también se adapta a los nuevos tiempos: podés hacer una versión más saludable usando harina integral y azúcar mascabo, sin perder ese saborcito inconfundible a fruta fresca. Ahora que las mandarinas están de vuelta en las verdulerías, dulces y jugosas como deben ser, es el momento justo para aprovecharlas.
No hay mucha información certera del surgimiento de esta receta, pero bien podríamos imaginarnos que nació en alguna cocina de abuela del conurbano, cuando una vecina, con ganas de hacer algo dulce y sin muchos ingredientes a mano, decidió mezclar lo que tenía: un par de mandarinas, azúcar, aceite y harina. De cualquier modo, el budín de mandarina se convirtió en un clásico infalible, que sigue pasando de generación en generación, reinventándose en cada hogar.

Ingredientes (rinde un budín grande)
- 3 tazas de harina leudante (podés reemplazar por harina integral y agregar 1 cdita de polvo de hornear por taza)
- 2 tazas de azúcar mascabo
- 2 mandarinas (usamos la ralladura y una taza del jugo; si no alcanza, se completa con agua)
- ½ taza de aceite de girasol

Preparación paso a paso del budín de mandarina
- En un bowl grande, mezclá los ingredientes líquidos: el aceite, el jugo de mandarina y el azúcar mascabo. Remové bien hasta que todo esté bien integrado.
- Agregá la ralladura de mandarina para darle ese perfume cítrico que caracteriza al budín de mandarina.
- Incorporá la harina leudante (o la versión integral con polvo de hornear), mezclando con movimientos envolventes hasta obtener una mezcla homogénea. Debe quedar lo suficientemente densa, pero no demasiado, ni tampoco muy líquida.
- Precalentá el horno a 180°C. Mientras tanto, aceitá y enhariná un molde para budín.
- Verté la mezcla en el molde y llevá al horno por 30 a 40 minutos. Para saber si el budín de mandarina está listo, pinchá con un cuchillo: si sale limpio, ya lo podés sacar.

Consejos para disfrutarlo
El budín de mandarina se lleva de maravilla con un poco de azúcar impalpable espolvoreada por encima o incluso con un glasé simple hecho con jugo de mandarina y azúcar. Ideal para la merienda o como postre, este budín tiene la magia de lo simple: ingredientes nobles, sabor casero y una textura húmeda que enamora.
Volvé a enamorarte de lo hecho en casa. Este otoño, llená tu cocina de perfume a cítricos y corazón de hogar con un buen budín de mandarina.