Los días 11, 12 y 13 de octubre sucedió en San Salvador de Jujuy el 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales e Identidades No Binaries. Este encuentro histórico significó un gran desafío, para las organizadoras y participantes, en pleno gobierno de Milei y gobierno provincial de Sadir, que no dejan de atacar los derechos de las mujeres, disidencias, trabajadoras/es, comunidades originarias y estudiantes. Más de 80 mil personas estuvieron presentes en el cierre. Entre todas y todes definieron la sede del próximo año, que será Corrientes.
¿Por qué Jujuy fue la sede del Encuentro 2024?
“Jujuy es la resistencia y la esperanza ante el despojo de nuestros recursos naturales, el avance sobre los territorios, el congelamiento de nuestros salarios y la pobreza cada vez más profunda y extensa”, así decía el texto que la delegación jujeña leyó en el cierre del Encuentro del 2023 en Bariloche. Los aplausos sonaron fuertes, gestando así la decisión colectiva: la próxima sede sería en Jujuy, como ya había sucedido en 1995 y 2006.
La razón por la cual el movimiento feminista y transfeminista coincidió en llevar el Encuentro a San Salvador tuvo que ver con la masiva movilización en la provincia durante el 2023, que comenzó con el reclamo de aumento salarial para las/os docentes, pero que sacó a todo el pueblo a las calles en contra de la reforma constitucional de Gerardo Morales.
¡Qué momento…a pesar de todo les hicimos el encuentro!
Mientras las grupalidades de mujeres y disidencias fueron llegando a la capital norteña algo se hizo evidente: el Encuentro no es el único hecho imprescindible que está sucediendo, la movilización estudiantil para defender la Universidad Pública está en el centro de la escena y atravesó al encuentro todo el tiempo.

Los talleres siempre fueron el corazón de los Encuentros. La metodología utilizada en estos espacios para la resolución de los debates es la del consenso: se discute abiertamente sobre las temáticas propuestas y se recuperan todas las posiciones presentadas para luego plasmarlas en las conclusiones generales del Encuentro. En esta oportunidad se realizaron 103 talleres a partir de 16 ejes, con diversos temas, tales como: Historias, procesos y tensiones de los encuentros y los movimientos de mujeres, disidencias, feminismos y transfeminismos; Activismo; Naciones, pueblos indígenas; Crianzas, cuidados, Infancias; Educación Sexual Integral; Acceso a la salud; Trabajo y desocupación en los tiempos actuales; Educación y Ciencia; Derechos en el ámbito de lo artístico y el deporte; Violencias por motivos de género; Trata de personas y Sistema Prostituyente; Derechos Humanos; Acceso a la justicia; Coyuntura Geopolítica y Económica; Soberanía Alimentaria. En estos espacios se notó una gran participación de sectores populares, de mujeres campesinas y del colectivo de la diversidad sexogénerica.
Esta masividad y heterogeneidad potencia las diferencias y tensiones al interior, entre organizaciones, sujetos e identidades diversas e incluso antagónicas en otros planos de la vida social.
En el contexto actual, encabezado por el gobierno de Javier Milei, nos encontramos atravesando una fragilidad institucional, donde las normativas y derechos conseguidos parecieran que están “tendiendo de un hilo” ante el avance de una ultraderecha que profundiza una violencia y crueldad estructural, que vulnera los derechos de la mayoría de la población y específicamente de la población LGBTQI+. En este escenario, en los espacios de talleres lo que más circuló desde las palabras de las/les participantes fueron las medidas tomadas por el gobierno nacional, tales como la ratificación del veto a la ley de financiamiento universitario, los despidos masivos en el Estado, entre otras. Estas problemáticas tuvieron centralidad en los talleres, donde se evidenció fuertemente la necesidad de expresar las vivencias en los territorios y el retroceso en materia de derechos que vivimos.
Por otra parte, en los espacios de Salud Mental y Acceso a la salud se han expresado situaciones que “vuelven” a emerger como la patologización, la transfobia, el odio, el racismo, la misoginia, lo que demuestra que de la agenda de conquista de derechos de años anteriores se pasó a una lucha por la supervivencia.
Incertidumbres y certezas
En este escenario de radicalización de la derecha en un sentido antidemocrático, se hicieron visibles escenarios de fragmentación social en diferentes ámbitos de la vida cotidiana, atravesados por una cultura del odio y la destrucción, pero ante esto se profundizó en la importancia de crear (y seguir potenciando) espacios de encuentro con el otro para afianzar la fuerza que produce la comunidad.
En este sentido, creemos que reflexionar en torno a cómo los contextos inciden en las prácticas políticas de los Encuentros, nos permite entender los modos en los que estas prácticas se fundamentan y se desenvuelven.
La voz de las infancias no fue algo menor, ellas han tenido una gran participación en el encuentro, desde los talleres de Educación Sexual Integral. Esto refleja la inclusión de adolescencias y juventudes en los debates de los talleres, lo cual trajo mayor participación y nuevas demandas que se incorporan en los movimientos feministas. También la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito se hizo presente pintando el Encuentro de verde y de pañuelos en defensa de la Educación Sexual Integral y por la demanda de anticonceptivos y la plena implementación de la Ley 27.610 de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
El día viernes 11 se realizó la marcha por los travesticidios, transfemicidios y transhomicidios, para exigir el cumplimiento de la ley de cupo laboral trans. Estuvo presente Marlene Wayar, se pidió justicia por Tehuel de La Torre; Pamela, Roxana y Andrea, víctimas del crimen de lesboodio en Barracas; Paula Costa víctima de un transfemicidio en la provincia de Jujuy este 2024.
El sábado 12 se realizó la marcha final, que fue multitudinaria y recorrió 6 km aproximadamente. Coincidió con el 12 de octubre, fecha que recuerda el genocidio de nuestros pueblos indígenas sobre el cual se cimientan nuestros estados Nación. Por ello se recibió la 9° Caminata por el Agua y la Vida que realizaron diferentes comunidades.

Fueron días de intenso diálogo sobre las problemáticas que nos atraviesan y el diseño de estrategias que nos permitan hacer frente a tanto ataque neofascista. Estos días fueron potentes, días de espejarnos en los reclamos, en los cansancios y también en las certezas acerca de qué sociedad queremos y deseamos habitar como parte de una decisión política. Días para preguntarnos qué ocurre cuando un sistema social y político se afirma en el odio, la crueldad y la meritocracia del “sálvese quien pueda”.
Quizás una vez más estas acciones nos revelan que no basta la teoría para construir los feminismos, sino que fundamentalmente la práctica, la política en la calle, las intervenciones artísticas, el diálogo en el espacio de lo público, que hacen posible la reivindicación de una vida más vivible.