Continúa la investigación de Alberto Fernández en la causa por violencia de género que se inauguró tras las denuncias de su exesposa, Fabiola Yáñez. El juez Ercolini, que lleva la causa, citó al expresidente a que preste declaración el próximo 4 de febrero de 2025.
Pese a que Alberto Fernández insiste por la vía judicial para apartar a Julián Ercolini de la dirección de la causa, este citó a declaración a Alberto Fernández el próximo 4 de febrero a las 11 de la mañana, momento en el que Fernández deberá presentarse en los Tribunales de Comodoro Py para ser indagado.
La Cámara Federal porteña revisó el pedido de Fernández de apartar a Ercolini de la causa y este jueves confirmó que el juez federal seguirá al frente de la investigación del caso. Fernández había solicitado apartar al juez Ercolini por considerarlo "imparcial", ya que fue uno de los miembros del Poder Judicial que el expresidente denunció por el viaje a la mansión del empresario Joe Lewis en Lago Escondido.

La indagatoria ya se había suspendido en tres oportunidades por el pedido de Fernández. La fecha inicial era para el 17 de diciembre, pero los tiempos judiciales se dilataron.
La abogada de Alberto Fernández, Silvina Carreira, solicitó que el expediente de la causa por violencia de género contra la exprimera dama se mudara al fuero Penal Contravencional de la Capital Federal, al considerar que los hechos investigados deben incluirse "en las contravenciones de maltrato y hostigamiento del Código de dicha jurisdicción".
Ercolini rechazó el pedido bajo el argumento de que "no existe un basamento fáctico ni jurídico que sustente el planteo" de Fernández y esto fue ratificado por la Cámara Federal porteña.
La denuncia de Fabiola Yáñez a Alberto Fernández por maltrato a su hijo
Fabiola Yáñez acusó a Alberto Fernández de ejercer violencia psicológica contra el hijo de ambos, Francisco, de dos años y medio de edad. Según lo que contó Yáñez en una entrevista con el medio español Ok Diario, Alberto se dirige de "manera inadecuada" a Francisco y solicita que permanezca en videollamadas de entre 50 y 65 minutos, un período de tiempo demasiado prolongado para un niño de su edad, que no puede sostener la atención.
"Esta exigencia, sumada a su actitud hostil hacia Francisco, ha provocado que el niño ya no quiera hablar con él", dijo Yañez en la entrevista.