Nada como el sabor auténtico de una buena salsa de tomate casera. Prepararla en casa no solo te permite aprovechar la frescura de los tomates en temporada, sino que también es la mejor manera de asegurarte de que tu comida esté libre de conservantes artificiales. Con un buen método de conservación, podés tener frascos de salsa de tomate listos para usar en cualquier momento, sin perder sabor ni calidad. Acá te contamos cómo hacerla paso a paso y guardarla por hasta un año.
Ingredientes esenciales para una salsa perfecta
Para obtener una salsa de tomate con buen cuerpo y sabor equilibrado, es clave elegir ingredientes de calidad. La variedad de tomate perita es ideal, ya que tiene más pulpa y menos agua. Estos son los ingredientes que vas a necesitar:
- 2 kg de tomate perita natural
- 6 cucharadas de aceite de oliva virgen
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 1 hoja de laurel (opcional)

Paso a paso: cómo preparar la salsa de tomate casera
- Preparar los tomates: Lavar bien los tomates y decidir si los querés con o sin piel. Para pelarlos fácilmente, haceles un corte en cruz en la base y sumergilos en agua hirviendo por 30 segundos. Luego, retiralos y pelalos sin esfuerzo.
- Eliminar el exceso de líquido: Cortá los tomates en cuartos y ponelos en un colador para que drenen parte del agua. Esto evita que la salsa quede demasiado líquida.
- Cocción inicial: En una cacerola grande, calentá el aceite de oliva y agregá los tomates junto con su jugo. Cociná a fuego alto hasta que rompa hervor. Esto ayuda a concentrar los sabores.
- Reducir y condimentar: Bajá el fuego y sumá la sal, el azúcar y la hoja de laurel. Cociná a fuego bajo por unas dos horas, revolviendo cada tanto para que no se pegue. La cocción lenta intensifica el sabor y le da una textura más espesa.
- Procesar la salsa: Si querés una textura bien lisa, pasá la salsa por un pasapuré o procesala con una licuadora de mano. Si preferís una consistencia más rústica, podés dejarla con trozos.

Cómo envasar y conservar la salsa de tomate
Para que la salsa dure hasta 12 meses sin perder calidad, es clave envasarla correctamente:
- Esterilizá los frascos de vidrio: Lavá bien los frascos y hervilos durante al menos 10 minutos. Dejalos secar boca abajo sobre un paño limpio.
- Llenado y sellado: Verté la salsa caliente en los frascos dejando un centímetro de espacio libre. Cerrá bien las tapas.
- Baño maría: Colocá los frascos en una olla con agua caliente, cubriéndolos hasta la mitad. Hervilos por 30 minutos para asegurar un sellado al vacío.
Dónde y por cuánto tiempo conservarla
- En un lugar fresco y oscuro: Hasta 12 meses si el frasco está bien sellado.
- En la heladera: Cerrado, puede durar hasta un año. Una vez abierto, consumilo en una semana.
- En el freezer: Si querés conservarla aún más, podés congelarla en frascos aptos para freezer por hasta 18 meses.

Consejos clave
- Si notás olor raro, cambio de color o burbujas, descartala.
- Siempre usá utensilios limpios al servir para evitar contaminación.
- Una vez abierto el frasco, guardalo en la heladera y consumilo pronto.
Con esta receta, vas a poder disfrutar de una salsa de tomate casera todo el año, sin conservantes y con un sabor inigualable. ¡Probala y llená tu alacena con frascos listos para cualquier ocasión!