La cosecha de soja viene bien. Lenta, pero bien. Las abundantes lluvias que se dieron en los últimos meses retrasaron las labores, pero, ya con un clima más seco, las máquinas avanzan en los campos y los rindes obtenidos ilusionan a los productores.
Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), en la última semana la cosecha registró un progeso de 9,1 puntos porcentuales (pp) para bicarse en el 23,6% del área apta.
Pero más allá de este importante avance, la trilla continúa exhibiendo un atraso histórico de 12 pp respecto a la campaña anterior.

Hasta el momento, se ha cosechado el 12% de la soja de primera y el 2% de la soja de segunda, entregando un rendimiento medio nacional de 33 quintales por hectáreas (qq/ha), más de lo que se proyectaba al comienzo de los trabajos de recolección.
"Los resultados se ubican por encima de lo esperado en Córdoba, Entre Ríos y en ambos núcleos para la soja de primera, lo que podría anticipar una tendencia favorable, aunque aún no se ha llegado a recolectar el 50 % de la superficie apta en dichas regiones", señaló la entidad bursátil.
Por su parte, el 61 % de la soja de segunda ha alcanzado la madurez fisiológica, y el 79,7 % de los lotes se encuentra en condición Normal a Excelente.
Maíz
La cosecha que avanza poco y nada es la de maíz, ya que los productores le están "dando prioridad a soja y esperando alcanzar humedad óptima sobre zonas del centro-sur bonaerense afectadas por excesos hídricos", señaló la BCBA.
A la fecha, se lleva recolectado el 31,3 % del total nacional - lo que implica un adelante de 9,1 pp respecto al ciclo anterior, con un rinde medio de 82,1 quintales por hectárea (qq/ha).

"A la espera de que comience la recolección de los planteos tardíos, la cual se espera para mediados del mes de mayo, los rendimientos esperados se encuentran, a nivel general, en línea con lo proyectado, aunque con variaciones zonales", indicó el informe.
En este sentido, se realizaron algunos ajustes a la baja en el norte del área agrícola, debido a la sequía y olas de calor que se dieron durante el verano, lo cual "terminó afectando más que lo esperado a los cultivos".
No obstante, "todo el centro del área agrícola espera rindes por encima de las proyecciones, lo que compensaría las pérdidas adicionales del norte", concluyó el trabajo.